Himalaya en moto 2023

Himalaya en moto 2023

Cada vez que hago un viaje de este tipo, hay un día en el que me pregunto:
¿Por qué haces esto? ¿Qué necesidad tienes? ¿Qué hago yo aquí? ¿Hay vida en otros planetas?

El Himalaya en moto 2023 no ha sido diferente a otros en este aspecto.
Lo distinto han sido las circunstancias que provocan las preguntas metafísicas.

Delhi

El día 10 de septiembre llegué a Delhi a las 9 de la mañana, después de dos pesadas escalas en Frankfurt y Munich.

Por primera vez volé con Air India en un A340 bastante indio. Las pantallas de muchos de los asientos no funcionaban, entre ellas la mía.

Volver a Delhi siempre me emociona. Es volver a casa y ver que todo está igual.
El tráfico loco, la muchedumbre, los fuertes olores, el polvo, los perros, las vacas…

OLD DELHI.

Dos días después llegaron los seis participantes del Himalaya en moto 2023 para descansar y el primer día hacer un recorrido turístico por Delhi.

EN TREN A KALKA Y EN MOTO A SHIMLA

El día 14 salimos muy temprano hacia la estación de tren de New Delhi para dirigirnos hacia Kalka, donde nos esperan las motos para continuar hasta Shimla.

Al llegar a la estación tuvimos una tensa negociación con los portadores de equipajes.

Su razón les mandaba cobrar 10 veces más del precio normal por ser extranjeros. Al final tuvimos que ceder y menos mal que lo hicimos porque tuvimos que cruzar 14 de las 16 plataformas que tiene esta gran estación.

Sobre las 12 llegamos a Kalka. Nos esperaban dos coches para llevarnos a un hotel cercano donde teníamos una habitación para cambiarnos y las motos.

La subida a Shimla fácil. Muy poco tráfico al contrario de lo me esperaba. Uno de los motivos de esto pudo ser el mal estado de las carreteras debido a las fuertes lluvias del monzón.

SARAHAN

En plena hora punta de la mañana salimos para atravesar Shimla entre un intenso tráfico. En una curva peraltada, por culpa de un bus que se cerró demasiado uno de los chicos tuvo una caída leve al no encontrar el suelo, al llevar el pie abajo.

Continuamos subiendo hasta Narkanda (2.708 msnm) para hacer la primera parada del día, con unas bonitas vistas del valle, a pesar de la niebla.

Hasta ese momento nos habíamos librado de la lluvia por poco. Solo niebla y algún trozo de carretera húmedo debido a un chaparrón.

La bajada desde Narkanda es una hermosura atravesando un frondoso valle de grandes pinos por una buena carretera.

De verde con gorra, Sanjay el conductor de Nepal y Murli el mecánico de Manali, junto a nuestro vehículo de apoyo. Mejor imposible, muchas gracias amigos.

Al caer la tarde con una ligera lluvia subimos los 15 kilómetros que separan Sarahan de la ruta principal, la National Highway 5.

Sarahan es un pequeño pueblo conocido por su Templo Bhimakali y por ser la puerta de entrada del Valle de Kinnaur.

El templo tiene motivos hindúes y budistas, objetos testimonio del antiguo comercio entre la India y las regiones tibetanas a través de la antigua carretera indo-tibetana.

El viernes 8 de septiembre, dos días antes de salir a India, recibí la noticia de mi socio Arvind.

En nuestra ruta hubo un gran desprendimiento debido a las fuertes lluvias del monzón y 500 metros de carretera han quedado cortados.

Las autoridades locales anunciaron una semana como mínimo de trabajos para volver a abrir la carretera.

Llegamos a Sarahan el 15 de septiembre, una semana después del desprendimiento en Nigulsari, a solo 30 kilómetros de nosotros y en la única ruta posible para seguir con el plan A.

Las noticias eran buenas. Nos dijeron que era probable que la carretera se abriese al día siguiente. Nos fuimos a dormir sin saber si al día siguiente podríamos continuar nuestra ruta hacia Spiti por Kinnaur.

A LA ESPERA EN sarahan

Nos levantamos un poco más tarde que los días anteriores y durante el desayuno todavía no llegaban las noticias sobre el estado de la carretera.

Por fin llegó la información. Casi con toda seguridad la carretera se abriría por la tarde.

Inmediatamente pensé que no podíamos salir por la tarde para hacer parte de la ruta de noche. La mejor opción era quedarnos otra noche en Sarahan y salir a la mañana siguiente.

En Kalpa íbamos a estar dos noches y en Kaza tres. Decidí quitar una de las noches en Kalpa para quedarnos en Sarahan.

Entre tanto Arvind me envió un plan B para seguir la ruta ese mismo día para llegar a Kaza por el paso Rohtang.

Después de hablar con Murli y Sanjay sobre qué hacer, decidimos seguir con el plan A, mantener la ruta entrando en Spiti por el sur. La subida es mucho más progresiva y de esa manera el mal de altura es un problema menos.

Así que sacamos el plan C para quedarnos en Sarahan y disfrutar del día de la mejor manera.

Bajamos al pueblo a tomar un chai y visitar su monasterio.

Después salimos por una estrecha carretera muy rota bordeando un precioso valle acantilado de un afluente sur del río Sutlej. A propósito de afluentes, el río Sutlej es el más grande de los tres afluentes que tiene el río Indo.

Atravesamos pequeñas aldeas con sus casas colgadas en las empinadas laderas y sostenidas por cimientos de madera. Los paisanos, tienduchas y los escolares sonriendonos a nuestro saludo.

Una ruta sin estrés muy divertida para llegar a una espectacular cascada con una cola de más de 100 metros.

Después de la excursión en moto, entrada la tarde nos dimos un descanso.

Me fuí a dar un vuelta por el pueblo y compré seis tiras de banderines típicos del himalaya para poner en el manillar de las motos. Cinco colores que representan los cinco elementos. El color azul es el cielo, el blanco el agua, el rojo es el fuego, el verde es el aire y el amarillo la tierra.

Terminamos con una serie de ofrendas, propósitos y buenos pensamientos para seguir con el plan A por la mañana.

CRUZAR EL DESPRENDIMIENTO DE NIGULSARI  …
O VOLVER A SARAHAN.

Por la mañana la noticia era que la carretera todavía no estaba abierta, pero que definitivamente hoy iba a estarlo.

Así que con el equipo local decidimos salir a hacer la cola.

Murli y Sanjay me dijeron que saliese yo primero con las motos. Que cuando llegase hasta la policía, si la carretera no estaba abierta, que diese la vuelta y les esperase en un restaurante unos cientos de metros antes del corte.

Y eso hice exactamente, porque la carretera no estaba abierta. El policía al llegar me dijo que serían unas cuantas horas más de espera.

Allí estuvimos entretenidos en el restaurante más de 5 horas… Increíble India 🙂

Hicimos amigos. Turistas, camioneros, peregrinos… Un chico alemán que venía desde Australia, después de trabajar allí tres años, con una KTM.

Iban llegando noticias y siempre era la misma. Retrasos en el horario previsto para abrir la carretera.

Sobre las 15 horas me dice Sanjay que salga con las motos y que le espere en el cruce de Karcham, a unos 65 km de donde estábamos.

Y cruzamos, toda una Aventura en India.

Sacando ventaja de nuestras motos y saltando la cola de coches. Por barrizales, arcenes y carreteras muy rotas llegamos hasta el policía que nos dio el alto.

Unos minutos antes la carretera había sido cortada de nuevo para unas reparaciones.

Estábamos a punto pero todavía no habíamos cruzado. Estaba seguro de hacerlo, el problema era que se nos hacía de noche llegando a Rakchham.

Después de pasar por fin el desprendimiento la ruta NH5 se convirtió en una autopista. Ancha, con buen asfalto, sin tráfico para lo que es India.

Con un buen ritmo y un par de sustos, llegamos a Karcham. Allí llamé a Sanjay y le dije que no le esperaba, que seguía con las motos hasta el hotel en Rakchham.

En el crepúsculo con los faros iluminando caca de vaca, tierra y piedras llegamos a la casa de huéspedes de mi amigo Aman Ahujaa.

Chitkul. El ultimo pueblo de India

La frontera de India con China está solo unas decenas de kilómetros de Chitkul y después del desayuno hicimos una excursión que se llama “Hasta donde te deja la policía”

El paraje es espectacular con los picos puntiagudos, sus nieves y las laderas de enormes pinos verdes y frondosos.

El clima era perfecto, sin amenaza de lluvia y el cielo azul con algodones dispersos.

Tomamos un chai para después iniciar la bajada hacia el río Sutlej y girar al este hacia Kalpa.

Kalpa

Kalpa es un pequeño pueblo a casi 3.000 msnm, conocido por sus huertos de manzanos. Los Kinnauri siguen un sincretismo de hinduismo y budismo. Muchos templos en Kalpa están dedicados a dioses y diosas hindúes y budistas.

El espectacular pico Kinnaur Kailash (6050 msnm) frente a Kalpa y es considerado sagrado tanto por hindúes como por budistas.

Con las luces de la mañana del Himalaya continuamos la ruta bajando desde Kalpa al río Sutlej, por divertidas curvas cerradas peraltadas a uno y otro lado entre el tráfico.

Seguimos el curso del río subiendo y bajando por una carretera en buenas condiciones. El coche se quedó repostando en la cola de la gasolinera y le esperamos con un chai y el segundo desayuno en una daba Punjabi.

Por fin spiti valley. nako

Después de Pooh paramos en el control de entrada a Spiti. Una vez presentados los pasaportes y documentos continuamos hasta Khab Sangam Bridge, el puente sobre el cruce de los ríos Sutlej y Spiti.

Allí confluyen además de los ríos los cinco elementos. Lugar de paso de las rutas comerciales de la antigüedad y entrada sur del valle de Spiti, ya estamos en el antiguo reino del Tíbet.

Y subimos a Nako por una estupenda carretera, picada de la piedra de la montaña, por una serie de bucles empinados (Ka Loops)

La vista desde arriba del cañón y la carretera es una de esas que se queda en la memoria.

Disfrutamos de la tarde en el pueblo medieval de Nako, aislado la mayoría del año del resto del mundo.

La amabilidad de los paisanos sorprende a mis compañeros de viaje.

Pasamos una noche estupenda en el espectacular campamento de mi amigo Arjun Negi.

KAZA, Casa en el valle  de spiti

Por la mañana salimos con los cielos azules y empezamos a bajar de nuevo al río Spiti para pasar otro control de la policía.

Subimos los 10 km de pista divertida que separan la ruta principal de la Gue Stupa Mummy… o el Monasterio de la Momia.

Como buenos turistas pagamos las 20 rupias y vimos a la pobre momia de más de 500 años. Lo más sorprendente vino después cuando subimos a lo alto del monasterio por unas terribles escaleras…

Seguimos la ruta con espectaculares parajes del valle de Spiti hacia Tabo.

Allí paramos a comer y a visitar su monasterio con más de mil años.

No queda mucho para llegar a Kaza pero antes nos espera una visita al fantástico monasterio de Dhankar a una altura de 3.894 metros.

Allí las panorámicas son de película. La paz que se respira invita a quedarse un buen rato tomando un par de chais.

Después salimos hacia el norte para bajar por una pista empinada a la carretera principal, la NH505 y llegar a Kaza.

Kaza es la capital y ciudad más grande del valle. Nos quedamos tres noches en casa del gran Karan.

Excursion 1: Langza, Komic y Demul

Salimos en moto sin hacer las maletas hacia lo alto del valle por su vertiente este hacia el pueblo de Langza (4.400 msnm)

Tiene una población de 137 personas. Cuenta con una enorme estatua del Señor Buda, con vistas al valle y un antiguo monasterio.

Está ubicado en la base de la montaña Chau Chau Kang Nilda (6.303 msnm) que va a ser nuestro principal punto de referencia durante todo el día.

Komic (4.587 msnm) es nuestra segunda visita subiendo un poco más a tomar un chai en el restaurante más alto del mundo, según su cartel.

Allí empieza un tramo de pista de 20 km hasta la carretera de Demul.

Las vistas son espectaculares, los cielos azules y picos nevados están por todos los horizontes.

Según avanzamos por la pista pedregosa y serpenteante veo a la derecha una colina orientada al valle. Más cerca distingo huellas hacia ella abandonando mi pista bien marcada.

Decido probar aventura y salgo de la pista principal por la huella. Pronto nos encontramos una trepada pedregosa y polvorienta que nos lleva a lo alto de esa colina.

Difícil de expresar esos momentos. Es la segunda vez que veo la cordillera del Himalaya en 360º, con mis propios ojos. La primera en Nepal.

Llegamos a Kaza sobre la hora comer. Muy polvorientos, cansados, pero muy felices, bastante emocionados del gran día en moto.

Excursion 2: Mud en Pin Valley

En esta ocasión la excursión de unos 100 km sale hacia el sur de Kaza para luego cruzar el río Spiti hacia el oeste y seguir hasta el último pueblo de Pin Valley, Mud.

De los 100 km solo 30 de asfalto. El resto pistas muy rotas, agua, barro, arena, polvo. Varios cortes de carretera y esperas por el trabajo de las máquinas.

Los paisajes siguen siendo magníficos de las montañas y el río Pin. Seguimos su cauce que cambia continuamente de forma y color.

Cruzamos varios puentes para llegar a Mud. Allí contemplamos el color rojizo de la montaña que tenemos delante, tomando un chai en silencio, siendo conscientes de estar en un lugar muy muy remoto.

Por la noche celebramos el cumpleaños de uno de los compañeros con una riquísima cena, sin picante y estilo western, rematada con un delicioso Tiramisú de postre.

Muchas gracias Karan por tu hospitalidad y muy buen hacer profesional.

Chandra tal por kunzum pass

Empezamos el día un tanto nuboso por el norte visitando el monasterio de Key.

Pasamos un buen rato porque uno de los compañeros quiso que un Lama le bendijese unas banderas de regalo para una amiga.

Después continuamos por la vertiente este del valle subiendo hasta el puente Chicham, dicen que el más alto suspendido por cables de Asía…

Seguimos subiendo hasta las praderas donde nos encontramos con los Yaks.

Más adelante llegamos por la ruta de nuevo al borde del valle y empezamos a bajar con unas increíbles vistas del valle.

Tuvimos que parar porque una manada de Yaks estaba en medio de la carretera. Nos miraron algunos, apartándose lentamente pero poco, pasamos entre ellos.

Una pista muy ancha completamente recta que pronto será una buena carretera nos llevó hasta el almuerzo en Losar.

Losar es el último pueblo antes del paso Kunzum (4551 msnm). Saliendo del pueblo de nuevo encontramos un control de paso de la policía.

El resto de la ruta del día off road por unas tremendas pistas en obra, con grandes surcos de barro y luego arena.

Abandonamos el río Spiti convertido en una enorme pedrera, antes un glaciar, orientamos nuestra visión hacia el oeste.

La subida tiene curvas cerradas peraltadas con surco y grandes piedras que tiran los camiones de carga de gran tonelaje, que tienes que adelantar, avisando con la bocina, por los márgenes arenosos…

Así unos cuantos sufridos kilómetros hasta que la cosa se tranquiliza un poco, en cuanto a arena y tráfico.

De repente un vadeo con mucho caudal, pero 20 metros antes un vetusto puente con un cartel y una enorme piedra en cada entrada para que no pasen los camiones.

Paro, descanso, escucho caer el agua del último afluente del río Spiti esperando al grupo.

Veo que un compañero que ha hecho todo el viaje con su esposa de paquete viene solo. Me alegro, buenas noticias. Estaba sufriendo durante la subida pensando que no iban a parar para que ella se subiese al coche.

Seguimos y a pocos kilómetros llegamos al gran collado donde se encuentra el paso Kunzum, uniendo oriente con occidente.

Allí damos unas vueltas a la estupa con el sentido de las agujas del reloj, como dice la tradición, soportando un fuerte viento.

La bajada hacia el nuevo valle del río Chenab la hicimos más tranquilos. Menos tráfico y con de nuevo unas vistas impresionantes.

Antes de llegar abajo está el desvío hacia el norte para llegar a nuestro campamento en Chandra Tal.

La subida de unos 12 km estuvo muy divertida con pequeños cruces de riachuelos pedregosos.

Después de acomodarnos en nuestras tiendas, algunos en las motos y otros en el coche, continuamos hacia arriba hasta el parking del lago.

Luego el resto caminando hasta el lago. Era imposible llegar sin parar continuamente a respirar y descansar.

Un buen paseo después de un día duro de moto.

manali, la vuelta a la civilización

Después de pasar la noche más fresquita del viaje bajamos por donde subimos el día anterior hasta llegar al río Chenab y cruzar el puente de Batal.

Allí hicimos una parada en la pintoresca Chacha Chachi para tomar un chai. Mis compañeros hicieron un montón de compras y al final nos invitaron al té.

Salimos de Batal por una pista ancha con una espectacular vista del glaciar de Pico Papsura (6.440 msnm)

La ruta es de pista hasta los últimos 40 km. con cruce de riachuelos, piedras y arena.

Hacemos varias paradas para contemplar la maravilla de la naturaleza y el lugar donde estamos, a los pies de una montaña de más de seis mil.

Otras son para comer algo y tomar un chai.

Seguimos por el borde del río hasta que lo cruzamos en Chhatru para empezar a subir la otra parte del valle hacia el paso Rohtang.

La subida se hace larga, con una pista muy cambiante con riachuelos, barro, arena, lo de siempre y todo el rato empujando para arriba con algo de tráfico.

Es un espectáculo ir detrás de un Suzuki Alto 800 subiendo una de estás pistas. Esquivan el terreno como si fuesen buggys con cuatro o cinco personas dentro.

Por fin llegamos a un cruce asfaltado. Izquierda subida al paso Rohtang, derecha bajada hacia el túnel Atal, bajo este paso hacia Manali.

La experiencia de pasar este túnel de casi 9 km de largo a 3.000 metros de altura es única. Se hizo largo y cuando terminó salimos a un paisaje parecido al de la jungla del rey León.

Llegamos a Manali bajando la espectacular carretera con ligera lluvia e intenso tráfico. Habíamos vuelto a la civilización.

ultima etapa en moto a dharamsala

Sanjay y Murli me preguntaron la ruta que tenía planeada. Les dije que por la carretera nacional, que son unos 240 km, que en India son muchos.

Ellos me dicen que vamos a ir por una ruta rural por encima de las montañas que conocen bien. Ambos tienen su residencia cerca de Manali.

Algunos compañeros me pidieron no madrugar mucho debido a las celebraciones en marcha. El sargento cedió y salimos sobre las 10 de la mañana.

Tardamos mucho en salir de la ruta principal por el tráfico y empezamos a subir las montañas. Las manadas de bueyes y las estrechas carreteras hacen que el ritmo del viaje sea muy lento.

Llega el calor y la hora de comer. Seguimos por crestas de montañas y estrechos caminos hasta que veo un pequeña dabha en medio de la nada con bonitas vistas y jardín.

Allí almorzamos comida rápida y descansamos un buen rato, a pesar del largo trecho que nos quedaba de ruta.

Volviendo a las motos Sanjay me preguntó si quería bajar ya a la ruta nacional principal o prefería seguir por encima de las montañas.

Miré al resto, les hice unas señales y seguimos hacia arriba.

La ruta estuvo espectacular entre frondosos pinos y barrancos, mucha pista también, enlazando pequeños pueblos de montaña. El sol en frente empezaba a bajar. Nosotros aún tardamos un rato en hacerlo.

Cuando llegamos a la carretera nacional al sol le quedaban 30 minutos en el horizonte. A nosotros más de una hora larga de ruta.

Cuando se hizo de noche paramos en una gasolinera.

Después todos muy juntos, sin pasajeros en moto, con el coche delante llegamos por fin a Dharamsala para luego subir a Mcleod ganj.

La llegada épica. Dando varios giros para encontrar el hotel Sanjay con el coche, un par de motos pérdidas y la falta de aparcamiento al llegar al hotel.

Decidí meter las motos en el parking de otro hotel cercano. Sanjay y Murli se encargaron del resto.

Mcleod ganj es un sitio alucinante. Es como viajar a la capital del antiguo reino de Tíbet.

final del viaje en moto

Volvimos a Delhi volando sanos y salvos para ir por carretera a Agra y visitar el Taj Mahal.

Fin de esta gran aventura por el Himalaya en moto.

[A tierra con Marta en el Himalaya] Historietas de India en moto

[A tierra con Marta en el Himalaya] Historietas de India en moto

En el otoño de 2016 cumpli una promesa que le había hecho a mi mujer Marta, recorrer con ella algunos de los maravillosos lugares que ya había recorrido yo en solitario en 2015.

Habiamos vivido tres años en la India y a pesar de conocerla bien, nos seguía atrayendo. Marta fue muy valiente y no dudo en decir que si, a pesar de que ir paquete en moto no era algo que hiciera habitualmente.

Esta historia es de uno de los momentos más intensos durante aquel viaje, una caída a 4000 metros en el Himalaya.

La alta euforia

Dejando cabos sueltos a dioses y a fechas propicias llegamos a Delhi.

Desde la primera vez que vi la moto en la tienda de Karol Bagh de mi amigo Rahul, hasta la caída, el viaje iba perfecto. 

“Burry” era una moto nueva y habíamos pasado los 500 km desde Kalka, vía Shimla – Rackham – Kalpa – Nako, hasta  Tabo. Desde los 600 a los 3.500 msnm.

 

Día siete de viaje en moto

Era el día de moto menos duro desde el principio del viaje, solo 50 km a Kaza. Ese día un desprendimiento nos mantuvo a la espera tres horas antes de pasar el control de Sumdo.

A mitad de ruta teníamos el Monasterio de Dankhar, a casi 4000 metros de altitud.

Llegamos cerca del mediodía y Marta se dió un paseo por la Gompa con 1200 años de historia.

Esperé afuera con la moto mirando el gran precipicio hasta el río, salpicado de casas y huertos.

El edificio principal del milenario monasterio está asentado sobre unas puntas de rocas, como un castillo de arena.

Parece que el cualquier momento se puede caer...

La caída

Con el calor sofocante del mediodía seguimos camino de Kaza. La carretera era estrecha pero estaba bien asfaltada y acompañaba al río Spiti dejandolo a la izquierda.

Sólo nos quedaban once kilómetros para llegar a Kaza y poder descansar un par de dias.

Al final de una recta ví un camión que venía de frente.

Por mi experiencia viajando por India en moto sabia que el camión no se apartaria y que la moto, el vehículo más pequeño es la que se tiene que apartar. A pesar de ello no reaccioné a tiempo y pense que el camión dejaría algo de espacio por el asfalto.

Tarde y mal abandoné la calzada entrando en el pedregoso arcén. Entonces terminé de arreglarlo frenando demasiado con la rueda delantera.

Nos fuimos al suelo. La rueda delantera derrapó hacia la carretera, cayendo la moto y nosotros sobre el costado derecho.

La bronca

Nos quedamos casi sentados en la moto y miré atrás preguntando a Marta si estaba bien. Dijo que sí pero la pierna derecha la tenía entre el escape, la alforja y el suelo.

Levante muy poco la moto y Marta pudo ponerse de pié mientras me dirigia una mirada de pocos amigos. Dejé la moto apoyada en las piedras y me acerqué.

Ademas del gran susto estaba muy enfadada. Al poco tiempo se acerco un camión idéntico al que no esquivé que paro para ver que pasaba. Llevaba tres trabajadores de mantenimiento de la carretera. No hablaban inglés y les dije que siguieran.

Marta se sentó sobre una piedra mirando el río. Estaba llorando.

Mientras, yo intentaba arreglar la moto, pues no me arrancaba le decia que estuviera tranquila. Además de romper la luces de giro de la derecha, el acelerador estaba trabado.

Llega la ayuda

Estaba intentando reparar la moto con el unico fin de poder llegar a Kaza cuando escuché el ruido de una moto.

Me dí la vuelta y vi acercandose a lo lejos una Bullet 500cc con una pareja.

Al llegar a mi altura se pararon. Él chico era Indio y se presentó en perfecto inglés, se llamaba Antik. Le dije que nos habíamos caído y que tenía un problema en el acelerador.

Su acompañante era una chica con aspecto de europea. Con un marcado acento francés me dijo que estaba de vacaciones en India.

Victoria enseguida me preguntó si mi mujer estaba bien y ofreció su ayuda. Le dije que adelante.

Rápidamente bajó de la moto yendo hacia Marta que seguía sentada mirando el río o mas bien con la mirada perdida.

Dos ángeles nos sacan del infierno

Antik fué en busca de un mecánico a Lidang, un poblado a dos kilómetros en la ladera de la montaña. Seguí trabajando con el acelerador.

Me giré y ví a Victoria sentada junto a Marta con el brazo por encima de sus hombros.

En ese momento llegó la calma, doblegando al pánico que genera una caída.

Los viajes de aventura son una montaña rusa de emociones muy intensas.

Encuentro en Losar

Al día siguiente teníamos el Kunzum Pass de 4.590 msnm.

Losar es el último poblado y alli paramos para estirar las piernas. Eramos los unicos turistas. Cuando nos disponiamos a partir de nuevo llego un coche.

Se bajaron Antik y Victoria! Con la alegria de verles, compartimos un chai y charlamos. Que casualidad!

Esa noche íbamos a dormir en el mismo campamento en el lago Chatandral. Quedamos en vernos en el paso y reanudamos el viaje.

Largo día

Después de hacernos fotos con nuestros ángeles de la ruta en Kunzum Pass, quedó una tarde dura, la subida a Chandratal.

Antes de cruzar el puente de Batal, seguimos una pista hacia el norte por un barranco entre picos de siete mil metros hasta el collado del lago de la luna.

Fue la peor parte del viaje para Marta. En varias ocasiones se tuvo que bajar de la moto para cruzar ríos y bancos de arena.

Justo antes de anochecer aparecio a lo lejos el campamento en el que dormiriamos.

Nada mas verlo, Marta se bajó sin pensarlo dos veces de la moto para hacer el resto del camino andando.

Estaba muy cansada. El viaje por pedregales y barrancos a 4.500 msnm habia sido agotador. 

Nos vemos

Antes de que regresara Antik del pueblo conseguí arreglar el acelerador.

Mas tranquilo por estar arreglada la moto, charlamos un rato.

Nos contaron que estaban haciendo la misma ruta que nosotros en coche con conductor. Ese día habían alquilado la Bullet 500cc en Kaza para ir de excursión por los monasterios de la zona.

Nos despedimos de ellos dandoles las gracias y un gran abrazo.

Siguieron su camino y nosotros el nuestro hacia Kaza.

Bonita noche

La gran tienda de campaña con camas y baño privado en Parasol Camps en Chandratal nos parecio el mejor palacio del mundo.

Al caer la noche, después de un espectacular atardecer donde disfrutamos viendo el sol ocultandose por el valle, nos llamaron para la cena.

Fue una noche especial que compartimos entre licores, dialectos y unas buenas risas con Victoria y Antik.

Marta les preguntó si al día siguiente podía ir con ellos en el coche y dijeron que encantados.

Pero el que estaba más que encantado era yo.

El día más duro del viaje, por la parte más agreste iba a ir ligero, sin paquete, ni equipaje!

Un día para poner arriba en el ranking

Salí del campamento con el parabrisas lleno de hielo.

El sol aparecía allí abajo entre las montañas. Los rayos superaban las cumbres con destellos, cambiando los colores de todo.

Iba gozando a la grande de la moto y el espectáculo. Los torrentes, arenales, pedregales, pasos con vértigo igual que la tarde anterior, pero disfrutando de otra manera.

Llegué a la ruta principal demasiado rápido y me crucé con dos camiones, dandoles los buenos dias… y tan buenos días!

Después del puente de Batal paré a esperar al coche con Marta y mis nuevos amigos, mientras me tomaba un rico chai y me fumaba un cigarro.

Fue de esos que saben mejor que un Cohiba.

La sensación de niño feliz

Fueron unas largas horas de gozar a lo grande con la moto.

Este día lo recordaré para siempre como uno de los mejores de mi vida.

Con los pies calados llegué a Chhatru, super contento y allí estuve un rato dando gracias por la suerte de haber vivido esta gran aventura.

Poco después llegaron en el coche Marta, Victoria y Antik.

Después de descansar en el chiringuito seguimos hacia el famoso Rohtang Pass.

Cuando agarré el reluciente asfalto al principio de Rohtang,  empecé a gritar emocionado y a dando gracias por todo lo que tenía alrededor y lo que había vivido aquel día en la moto.

El resto de el viaje, mapas, vídeos, aquí:
https://blog.aventuraenindia.es/category/spiti-valley-himalaya-motocicleta

[Un Mahou en McLeod Ganj] Historietas de India en moto

[Un Mahou en McLeod Ganj] Historietas de India en moto

Himalaya en moto, principio de octubre 2016

Backwoods Mountain Camp

Llegamos a Manali después de viajar en moto por el valle de Spiti. Allí tuvimos la suerte de conocer a Vikas y estar alojados en su fantástico Backwoods Mountain Camp. El campamento se encuentra en un lugar magnífico en plena montaña. Las vistas son espectaculares sobre el río Beas y Manali.

Vikas es tipo excepcional de esos que conoces viajando.
Tiene una huerta y todo lo que come lo hace con conciencia y es orgánico.
Conoce las montañas como nadie y organiza todo tipo de caminatas desde su campamento. Incluso te lleva a dormir a un iglú en medio de la montaña.

Dharamsala

Nuestro siguiente destino fue Dharamsala. En las cumbres de las colinas de de esta ciudad del Himalaya está el pueblo de McLeod Ganj. Es el lugar de residencia del Dalai Lama y donde está exiliado el gobierno de Tíbet. Un sitio donde la cultura tibetana está viva y coleando. El plan era estar allí diez días durante los cuales Marta hizo un curso de budismo en el Tushita Meditation Centre.

Marta estaba cansada de la moto y decidió viajar en bus desde Manali hasta Dharamsala los doscientos y pico kilómetros, toda una aventura. Fue un día de viaje inolvidable. El primer día después de cruzar el Himalaya en moto, el primer día del resto del viaje. Durante gran parte del trayecto por los valles de Himachal Pradesh fui detrás del bus. Se me ocurrió que lo mejor era no perderlo de vista 🙂

McLeod Ganj

Durante aquellos días estuve organizando el resto del viaje que iba a terminar en Kerala, en el sur de India. También me escapé un par de días a Earth House la casa rural sin cables en Palampur, donde estuve de maravilla.

Una de esas tardes bajé a McLeod Ganj desde mi privilegiada casa en las alturas de las colinas, Jagatram Niwas.

Este lugar es como toda India, mucha, mucha, muchísima gente y si además es hora punta… y quieres comprar una birras tienes que tener paciencia. Este vídeo lo grabe sin saber que la Go Pro estaba encendida. He puesto una banda sonora que lleva muy bien el ritmo de los acontecimientos.

Bajada de humos

Cada vez que bajaba al pueblo tenía que subir una pista muy peliaguda. Sobre todo al final que se empinaba mucho con curvas muy cerradas. Ese trozo estaba muy mal, un pedregal de cemento roto, lleno de ramas y gravilla. En una de estas que subo me detengo para hacer unas fotos y me encuentro la siguiente escena:

Jamás olvidaré la cara del niño mirándome y como diciendo… «Ehhhh qué te crees?? Que eres el único que sube aquí?» 🙂

[Himalaya en moto con MrHicks46] Viajes en moto de aventura

[Himalaya en moto con MrHicks46] Viajes en moto de aventura

MrHicks46 el tour leader

Teo Romera aka MrHicks46 es un guía de viajes moto experimentado con cientos de miles de kilómetros llenos de anécdotas a sus espaldas. En 2010 recorrió La Patagonia y en 2012 Islandia. Seguidamente viajó en moto durante dos años por Asia Central, Rusia, Mongolia, Japón y América. En 2017 recorrió el Himalaya en moto con el proyecto Motoverlander, junto a Alicia Sornosa y Polo Arnaiz

El viaje en moto

Hacemos un ruta casi circular por el estado indio de Himachal Pradesh. Parte de la ruta era del Reino de Tíbet en la antigüedad, uno de los más remotos lugares del planeta todavía en la actualidad.

Valle de Kinnaur y Tukpa

Salimos en moto desde Kalka y empezamos a subir las primeras colinas de la cordillera de los Himalayas hacia el noreste. Por una carretera sinuosa y rodeados de picos de más de seis mil metros llegamos al valle de Kinnaur. Conforme avanzamos las gargantas se van haciendo más estrechas con la carretera convertida en un túnel al borde del profundo valle del río Sutlej. Salimos de la ruta principal hacia el valle de Tukpa. Llegamos al último pueblo de India, Chitkul, sólo a 10 kilómetros de la frontera con China. Un lugar increíble con un paisaje alpino que no se olvida nunca.

Valle de Spiti

El periplo en moto sigue subiendo hacia los cielos del antiguo Reino de Tíbet, donde el tiempo está detenido. Cruzamos un puente entre paredes de rocas amenazantes abandonado el valle del río Sutlej. Girando hacia el norte entramos en valle del río Spiti. Entramos en un desfiladero árido y rocoso por el que no entiendes como se ha podido hacer la carretera. Estamos a más de 3.500 msnm y seguimos subiendo.

Llegamos a Nako a 4.000 msnm, un pueblo tibetano medieval. Seguimos subiendo y bajando al borde del valle para llegar a Kaza, el centro del Valle de Spiti. Allí nos esperan dos magníficas excursiones en moto hacia los cielos del Himalaya. Cruzamos el paso Kunzum de a 4.590 msnm y damos una vuelta en el sentido de las agujas del reloj con las motos a su estupa, un momento único y emocionante.

Valle de Lahaul

Pasamos la noche en un campamento en el punto más septentrional del viaje, el lago de la Luna, Chandratal. Al día siguiente rozamos el glaciar más grande del Himalaya indio mientras navegamos por las pistas pedregosas del valle de Lahaul. Los torrentes caen de la montaña y hacen que entremos en contacto a menudo con el agua. Después subimos el mítico Rothang Pass de casi 4.000 msnm para luego descender por una preciosa ruta en la que nos volvemos a encontrar con el verde. Con lagrimas en los ojos llegamos al final de la ruta en moto, Manali.


El tour en moto cruza la cordillera del Himalaya dos veces y recorremos 1.300 km por alta montaña. 50% Off Road.

La inmersión cultural

El objetivo del viaje no es solo montar en moto. También lo esconectar con la gente, la cultura, la gastronomía, la historia y la riqueza natural de una de las regiones más remotas del mundo.

El tour recorre dos culturas ancestrales y todavía desconocidas para la mayoría de los occidentales. El hinduismo y el budismo. Visitamos increíbles templos, estupas y monasterios. En los templos observaremos las pujas (ofrendas) de los peregrinos hindúes. Aprenderemos sobre sus dioses y leyendas mitológicas. En los monasterios milenarios conoceremos monjes budistas que conservan intacta una forma de vida muy diferente a la nuestra.

Mi experiencia

Un viaje como este no tiene precio a pesar de ser un viaje en grupo, organizado, controlado hasta cierto punto. Pero si no eres de los que puede coger la moto y largarse, esta es la mejor opción de poder vivir una gran aventura en moto. No lo olvidarás nunca y probablemente verás las cosas diferentes después de hacerlo.

Para consultar cualquier duda por favor rellena el siguiente formulario:

[wpforms id="13527" title="false" description="false"]
Charla en Pangea Travel Store en Madrid el viernes

Charla en Pangea Travel Store en Madrid el viernes

Estoy deseando que llegue el viernes para poder contar los grandes viajes que he hecho por India sobre dos ruedas. Sin duda alguna, el sitio es el mejor que podría desear para hablar de viajes de aventura:
http://www.blog.pangea.es/agenda/2017/3/4/aventura-la-india-en-motocicleta
Quiero lograr despertar el interés en viajar a India, no solo en moto, así que la charla es para todos los públicos.
Hablaré de las diferentes culturas que conviven bajo una bandera. Algunas de ellas, debido a los inaccesibles lugares a los que pertenecen, todavía con formas de vida casi medievales.
De un país lleno de vida. Además de 1.300 millones de humanos, hay animales domésticos y salvajes por todos lados. No solo son las vacas, aunque ellas son las protagonistas en las carreteras.
Os espero madrileños y compartid si os gusta la aventura. Gracias! 🙂