Prólogo
Al llegar a Argentina hace 19 meses la comparaba con India. Allí disfruté mucho, me sentía muy bien. Ahora en Argentina estoy igual o mejor. No tiene nada que ver con los Andes o el Himalaya. Hace tiempo que aprendí lo mejor de viajar, las personas que encuentras en el camino. Si estas viviendo lejos de casa, es lo mismo. Y los argentinos son cojonudos. No paro de viajar y hacer nuevos amigos. Me siento muy afortunado.
Muy feliz de hacerlo en moto de campo ligera, la mejor forma de disfrutar a tope, sin miedo a caer y romper la moto. De recorrer caminos andinos y ver la magnitud de la cordillera. De reconocer montañas, sus valles, collados, altiplanos, lagos, desiertos. De sentir el sol, el viento, el frió y el calor. De oler el campo sintiendo que todavía hay vida y esperanza. De bajar de la cordillera de Córdoba hacia el oeste por sus valles quebrados hacia la planicie seca y arenosa pre andina. De llegar a pueblos donde la gente es más humana que en la ciudad. De comer asado y cabrito. De beber fernet y buenas birras. De compartir la pasión y la emoción de vivir. De apreciar la libertad, la amistad, la sinceridad, el cariño, la curiosidad, el encanto, la magia, la humanidad. De sentir que todos somos iguales encima de la moto, uno para todos y todos para uno.
La Perla Negra
Y esta vez no ha sido con Los Tres Mosqueteros 🙂 y sus amigos. Ha sido en La Perla Negra, el navío más veloz de todos los mares símbolo de libertad, con toda su tripulación a bordo y su capitán, mi héroe, Jack Spablo 🙂
El Perla Negra, como se llama acá, es un espectacular motor home con mucha capacidad. En él viaja un fantástico grupo de amigos desde Buenos Aires hacia la mejores rutas off road de Argentina. En su interior llevan ocho motos y en el remolque que arrastra entre nueve y diez. Una camioneta va detrás con remolque cargando más motos. Luego acompaña al grupo de motos por la ruta como vehículo de apoyo.
El Perla Negra es realmente un barco por dentro. Tiene camarotes con camas, cocina, salón y dos neveras llenas de birra hasta los topes. Se juega al truco, se come, se bebe, se charla, se ríe, se comparte todo. Se disfruta de cada uno de los chicos de la tripulación. Los kilómetros pasan navegando con viento el popa a toda vela.
La tripulación
Pablo, Nico, Gallo, Julio, Lucas, Patricio, Garcy, Abuelin, Martín, Carlisi, otro Pablo, Dani, Marce, Edgar, Meterete, Mauro, Adolfo, Natalio, Nati, Brian, Christian, Gonza, Roca, Felipe, Rambo, mis nuevas Perlas 🙂