Era justo y necesario después de haber vivido en India y no conocer Varanasi, ir lo primero allí. Volver e ir a una de las ciudades más míticas de India, para empezar bien orientado, o bien para lo contrario, según decida la Madre India. Este recorrido es parte de los itinerarios turísticos que recorren el norte de la India y fundamental para poder tener una visión clara, de cómo repartir los días de vacaciones, en esta parte del norte de Hisdustán.
La ruta turística sale de New Delhi y la primera parada es Agra, para ver el Taj Mahal. Nosotros cogimos un tren a las 6 de mañana que nos llevó directos desde Delhi a Jhansi, a unos veinte kilómetros de Orchha, famosa por sus fortaleza y sus templos. Llegamos sobre las 11 de la mañana y lo más bonito fue subir el templo de Laxmi, hasta la terraza principal y ver una impresionante águila y su nido, rollo el señor de los anillos, pero sin tele ni cine.
Después seguimos hacia Khajuraho para llegar por la noche al hotel y descansar de una larga jornada. Los famosos templos eróticos de Khajuraho sorprenden gratamente por su belleza e historia.
Entrada la noche, en un tren nocturno partimos hacia Varanasi para llegar sobre las 11 de la mañana a la ciudad más sagrada del Ganga.
Varanasi es uno de esos sitios que dejan huella, que todavía no se cuentan con las dos manos. Es una fortaleza en torno al sagrado Ganges, fuente divina de la cultura hindi. Las crecidas del monzón, hacen que los grandes torreones de la barrera, se reduzcan la mitad, con respecto al nivel del agua.
Paseando por sus Ghats pudimos contemplar la ceremonia del “Arti”. Ofrenda audiovisual de los brahmanes al río Ganges. También nos saludan los babas, los cuales abundan, ocupando las cavernas de los ghats, con sus vestimentas, blancas, naranjas y negras. Si la alianza rebelde tiene una base de Maestros Jedi en la tierra, estoy seguro que está en alguno de esos torreones de los ghats de Varanasi. Hay que volver a buscarla.
Dentro de la fortaleza la ciudad es la esencia de la India de norte, más pobre y humilde, basada su economía en la agricultura de las tierras irrigadas por el Ganges. Las callejuellas hierven llenas de tiendas, destellos de luces y gente ocupada en sus recados.
Y lo mejor de todo, como siempre, la gente de estos lugares mágicos. Y mejor todavía imposible si te recibe un paisano en un lugar así. Ha sido un placer grande e infinito disfrutar estos días de la amabilidad de Panna, Sita y Kailash, en Ganga paying guest house. Un entorno familiar y una situación 10, en frente del río Ganges y a un minuto de los ghats. Millones de gracias Panna y Sita.
Que bueno el blog Dani. No dejes de seguir contándonos tus aventuras por nuestra querida India. Fuerte abrazo.
Luis G.
Genial la crónica Dani. Me ha encantado.Bss
Pili