Después de la plantación de cardamomo me invitaron a un nuevo resort en un parque natural a tan solo 22 kilómetros de donde estaba. El Ragamaya resort cumplió con creces la expectativas por el privilegiado lugar donde está situado.
Todas sus habitaciones, modernas y cómodas, tienen un balcón con una fantástica vista al parque natural Ponmudi, por el que pasa el río Panniar, donde pasar horas y horas contemplando como cambian los tonos y colores del cuadro que tienes delante.
El segundo día, como viene siendo buena costumbre, hicimos un paseo matutino que consistió en bajar hasta el lago. La vista muchas veces engaña y desde arriba no se aprecia realmente la altura a la que está el resort con respecto al lago, ni tampoco lo vertical que es la bajada.
Una vez abajo disfruté mucho con la soledad del paraje y la bonita luz de primera hora, con la que estuve jugando con los reflejos en en agua, hasta conseguir una espectacular simetría, que parece una cara o varias caras… Cada uno verá algo distinto, seguro.
Durante el paseo pudimos ver mucho pájaros, que elevaban el vuelo por encima del agua, en cuanto nos acercábamos a ellos.
La subida fue también muy divertida a través de la jungla y casi escalando en varias ocasiones, a través de grandes piedras y campos repletos de lemon grass. Una vez arriba dimos un paseo a través de pequeñas granjas, con sus huertos de tapioca y plataneras.
El Ragamaya resort es un buen sitio para perderse y disfrutar de la soledad en las montañas de Munnar, con un precioso escenario en frente.
stunning images of the Ponmudi lake and Kanan Devan Hills of Munnar indeed! Beautiful, tempting words too!