Había estado muy cerca y hecho muchos itinerarios para clientes con el nombre Backwaters de Kumarakom, pero era mi primera visita al pueblecito del lago Venbamad. Los primeros tres días los pasé en un sitio «Heritage!», un sitio muy mal heredado, mal situado, en frente de un templo en el cual se estaba festejando no dejar dormir al prójimo y con el peor de los servicios que se le pueda desear a tu peor enemigo. Pero estuve contento y tranquilo, intentando mantener ese equilibrio, tan necesario para este gran viaje que estoy haciendo.
Después de esos tres días de casi penitencia, me moví unos kilómetros hacia el sur del lago, para llegar al resort Whispering Palms, que no conocía, pero que si tenía una buena referencia de otros hoteles de la misma cadena, en los que sí que había estado alojado.
Y aquí estuve un par de días, aprovechando para trabajar y descansar. Como me esperaba el servicio y el buen hacer de los chicos y chicas del Whispering Palms me hizo sentirme como en casa y eso el mejor que te puede pasar en un hotel.
Sin duda la mejor opción con una muy buena relación calidad-precio de la zona de Kumarakom, en la cual podemos encontrar decenas de hoteles y no todos son los que parecen.
La aventura consiste en un montón de cosas revueltas y desordenadas, pero una de las que más incertidumbre provoca es no saber dónde vas a dormir al día siguiente. Así salí el lunes de Nileshwaram al norte de Kerala, después de estar tres días reconociendo la zona e inspeccionar tres hoteles en melodía «in crescendo». Mi intención era quedarme un día más en el último de los resorts, pero no lo pude conseguir, a pesar de intentarlo con todas mis armas. Quería quedarme para poder trabajar y elegir con calma el siguiente destino, que no tenía nada claro. Así que con mucha tristeza e incertidumbre, a una hora muy mala, cerca del medio día, salí hacia el sur desde The Neeleshwar Hermitage, después de hacernos la foto de despida.
Después de un montón de paradas, por una carretera con mucho tráfico y en un taller para cambiar el cable del velocímetro, llegué al primero de los destinos que tenía seleccionado. No me gustó nada y a pesar de que era por la tarde, decidí salir de allí como una bala en busca de una opción mejor a unos 25 kilómetros al sur. Y lo encontré 🙂 Chera Rocks es una casa que esta a 10 metros de la playa a unos 20 kilómetros al sur de Kannur. Tenía un referencia muy buena del dueño, ya que me dijo por correo que también era un Bullet Rider. Así que llegué cansado, pero se pasó muy pronto cuando me baje de la moto y me dijeron que no se podía llegar hasta la casa, nada más que andando. Eso era una muy buena señal. Mi cara un poco desencajada por la incertidumbre y el calor que había pasado, fue cambiando conforme bajábamos cargados la frondosa colina hacia la playa, por una sonrisa que todavía después de tres días mantengo perpetua.
Nivehdes es el propietario de Chera Rocks. Ayer fui con él fui hasta su ciudad natal, Thalassery, la capital inglesa de Kerala, de cuando los ingleses eran los dueños de este gran país hace casi 200 años. Me estuvo dando una vuelta por los sitios más pintorescos de este pueblo con un puerto clave, para el tráfico de pasajeros y mercancías, en el pasado colonial.
Volviendo a lugar desde donde escribo este post, estas son algunas fotos en las que sobran los comentarios.
Y toda esta inolvidable etapa de mi Aventura en India, se completa compartiendo adosado a 10 metros de la playa con un fotógrafo profesional inglés de BMW Touratech que está de vacaciones con su familia… flow flow, el flujo que si te dejas llevar, te lleva viento el popa, a través del gran Hindustan, siempre ajeno a los pequeños problemas y expectante ante qué será lo próximo que encuentres en el camino.
Mañana prontito me pongo el casco de nuevo y salgo hacia la jungla de los Western Ghats en busca del Elfante silvestre que todavía y que sea por mucho tiempo, vive en libertad por la colinas del sur de India. Millón de gracias a Nivehd y Ali por su hospitalidad y nueva amistad 🙂
Llevo tres días en la playa, en Nileshwaram al norte de Kerala, una zona muy poco turística, como a mi me gustan. Estoy contento por que estoy encontrando alguna de las cosas que vengo a buscar a India. Excelentes lugares, lejos del mainstream turístico, que me van a permitir diseñar nuevas rutas para Aventura en India. Hoy he llegado al hotel Neeleshwar Hermitage y me he quedado con la boca abierta. Creo que pocas palabras y un vistazo a estas fotos es suficiente. Sólo decir que lo añado a mi lista de sitios perfectos para hacer un retiro de cuerpo y mente, clases de yoga gratis por la mañana, tratamientos ayurvédicos, clases de cocina… Y un excelente servicio que hace que estés sonriendo durante todo el día 🙂
El martes salí de Morjim, Goa, hacia la jungla de Dandeli, Karnataka, para hacer 160 km, la mayoría de ello por carreteras preciosas para ir en moto. El miércoles hice otros 170 km, por carreteras casi cubiertas por la jungla, pero en perfecto estado y sin apenas tráfico, para llegar a Gokarna, mítico paraíso playero.
El primer día en Gokarna estuve en un resort muy cómodo con piscina y aire acondicionado llamado Sanskruti Resort. Aproveché ese día para visitar el pueblo y los templos de Gokarna y una de las calas que hay al sur, Kudle Beach.
Antes de ayer llegue a Om Beach, la cala siguiente después de Kudle Beach. Sabía que venía al mejor complejo hotelero de la zona, pero Swaswara ha superado con creces todas mis expectativas.
En este primer carrete, imágenes de la Villa, de las cuales hay 24 en el complejo.
Swaswara es un hotel-resort de lujo para hacer retiros de cuerpo y mente en la playa de Om Beach. Todo gira entorno al Ayurveda, el yoga y la meditación. Además de las terapias ayurvédicas que incluye la estancia, a diario hay un programa de actividades para los huéspedes.
En este carrete, algunas fotos de la zona del Ayurveda.
También hay otras actividades programadas para los huéspedes, como paseos matutinos guiados por naturalistas conocedores de la zona, observación de pájaros, paseos en barco, visitas al pueblo y sus templos. También hay una rueda de alfarero a disposición de los clientes y clases de arte con artistas residentes.
Si lo tuyo es la cocina, las clases se dan a diario en la estupendas instalaciones de la cocina.
El complejo recicla su propia agua recogida durante la época de monzón, en unos embalses hechos para este propósito. Nos se usan botellas de plástico. También gestionan su propia huerta y se auto abastecen de muchos productos básicos.
En el siguiente carrete algunas de la zonas comunes de Swaswara.
Y por último la playa, muy tranquila y llena de vacas, como debe ser en India.
Eso es lo primero que pienso cuando abandono Goa y ya van varias veces. Los sitios son sitios, lo importante es la gente y allí tengo un bhai que se llama Shibu al cual le tengo que dar muchas gracias por su hospitalidad. Es uno de esos regalos de India… Además tiene moto y nos vamos a dar una vuelta juntos muy pronto.
Está es la web del Buddhas Garden recién actualizada:
Tres semanas como en casa gracias también a la colonia española de hippies de Goa, que me invitaron nada más llegar a la fiesta de Holi y después a otras dos fiestas más. Buena comida, buena bebida, especialmente el mojito y la sangría del día de Holi.
Volviendo al Buddhas Garden, que agradables son las mamis que cuidan del jardín y hacen la comida. Especialmente rico el curry de cangrejo… una delicia. Un encanto de personas, trabajadoras, sencillas y sonrientes siempre.
Lo de pinchar en Goa es imposible sin moverse mucho, además de que era final de temporada y todo el pescado vendido. No se puede estar en todo,bueno algunos sí, los Babas.
Y hablando de Babas aparece Raúl, un español que monta en moto también por India. Ha sido un gran placer conocerle y poder hacer con él un día de increíble ruta por el interior de Goa, en busca de la cascada perdida.
Pues eso, que cuando dejas Goa en el retrovisor, lo que dice Chavela 🙂