Piscolabis callejeros: sabrosos, rápidos y baratos.


Esta mañana me he ido a un mercado que tenemos en el barrio de al lado. Se llama Lajpat Nagar market y la misión consistía en comprar un radiador a buen precio, no a precio de guiri. Después de un largo paseo, llegando al meollo del mercado, me he encontrado una cola de indis frente ha un puesto ambulante de comida. Y he pensado… que raro debe estar bueno. Al observar de cerca, me he dado cuenta de que nadie pagaba su plato, era comida gratis.

En este continente no son tan pudorosos y cuando hacen cola, la fila se convierte en un apretado trenecillo. Ahora que hace frío importa menos, cuando venga el calor no quiero ni pensarlo. En china lo puede experimentar en mis propios cuartos traseros. En una estación de tren, haciendo cola en la taquilla, un adolescente chino, jamas lo olvidaré, muy alto con gafas y granos en la cara, me introdujo esta costumbre tan curiosa para nosotros y normal para ellos. No hubo manera, lo único que me faltó fue darle un puñetazo. Estuvo a mi rebufo, pegado a 1 milímetro, durante los 10 minutos que hicimos cola…. cada vez que me movía un palmo, él se apretaba otro palmo sin dejar de estar encima… que estrés!

Un poco más hacia adelante he visto un carrito de comida de los habituales por las calles de Delhi. Como es normal, por mucho que observes, es muy difícil saber que es lo que están cocinando, te puedes hacer una idea, pero nada más. Era la hora del papeo y después ver el trenecillo, se había despertado el apetito, normal 🙂

Siguiendo los sabios consejos del «niño», he mirado desde lejos si el puesto de comida tenía afluencia. Sí, primer paso dado. Luego me he acercado y el visto lo se pagaba por el papeo, 20 rupias, 0.33 €! Ya lo tengo! y barato. La verdad es tenía buena pinta y los hindis circundantes, comían con avidez la cosa esa.

Cuando he pedido el Panipuri lo primero que he hecho ha sido soltar un billete de 20 rupias. Me ha devuelto 5 rupias, eran 15 no 20, como yo creía. Más rico todavía. Las bolas crujientes estaban rellenas de una masa de patata y otras legumbres, bañadas con una salsa de guisantes muy muy picante y decoradas con finos aros de cebolla. Estaba muy picante, lo suficiente para saciar el hambre, por le momento. Me lo he comido con las manos, como ellos. Las tenía muy limpias de salir de casa, luego he cogido una servilleta de papel en el mismo puesto.


Al otro lado de la calle, dentro del mercado, he pasado por delante de este puesto de comida que estaba muy concurido. He pensado en comer algo, pero me lo he reservado para otro día 🙂


En el coche los atascos no son un problema, ya que por allá donde mires ves cosas peculiares y te mantienes distraído. Los auto rickshaw llevan todos una imagen distinta con una historia dentro, o varias…


Las calles están llenas de motos, la más potente de 180 cc. Son realmente baratas y eso se nota en la calles. El problema es que en verano te puede dar un soponcio encima de la moto, además de lo arriesgado que parece conducir aquí, ya que no se respetan las normas y puede salir un camión de cualquier sitio. Cuando llega un gran atasco, los coches se juntan tanto que no queda hueco ni siquiera para las motos…

Este es otro Will Smith indi que andaba asombrado de que le fuesen haciendo fotos, en la salida del instituto, normal.

Se empieza a notar el fresquito, y algunos aún no renuncian al aire libre, aunque sea en la puerta de casa con una mantita.



Trenecillo para papear gratis.
 



Defence Colony Market corner

31 días en Nueva Delhi.

Lo primero y más curioso, como otras veces en lugares remotos y desconocidos, es que parece que llevo un año, en lugar de un mes y eso me gusta:
https://blog.aventuraenindia.es/?p=678

No todo ha sido calma y sosiego, durante estos 31 días, pero a pesar de ello, me quedo ;). Estas son las vistas desde la terraza de nuestra nueva casa, que después de dos semanas de arreglos, desarreglos, continuos retrasos, y malentendidos con los indis currantes, ya está habitable.

Las fotos las hice uno de los días contados en los que se puede ver algo parecido al cielo azul al que estamos acostumbrados en Alicante. Esta vista está orientada al suroeste. La siguiente es mirando hacia el noroeste. Unos grados más hacia el sur, todo recto, está España.

 

El edificio está recién terminado y estamos en el último piso que tiene una gran terraza en el ático. Este es Jakdisin, el guarda de la finca. Vigila la puerta, limpia las escaleras y hasta que lleguen el resto de los vecinos, él es el que cuida de que todo esté en orden en el edificio. Después, entre todos, contrataremos un guarda de seguridad, que es lo tienen todas las casas en la puerta. Son unos tíos que viven genial, porque este es un barrio muy tranquilo, se pasan el día leyendo el periódico y tomando el sol, aunque cobran muy muy poco dinero.

 

Jakdisin vive en el portal, y está al aire libre. Allí tiene su cama y su cocina. En la azotea hay una zona común donde están los servicios. Le hemos dado 500 rupias de propina, unos 8 euros, con lo que nos dijeron, tenemos asegurada su sonrisa y las escaleras limpias por un mes.

Esta parte de Delhi se llama Defence Colony y es un barrio bien, donde vive gente de dinero, estrellas del cricket o expatriados como nosotros. Estamos muy cerca del «Market» donde hay todo tipo de restaurantes, pubs, y tiendas.

Ferreterías,floristerías, farmacias, droguerías y tiendas de alimentación, donde podemos encontrar casi de todo, hasta jamón ibérico, pero a unos precios muy por encima de los españoles. Todo lo que viene de fuera es caro y los productos de alimentación todavía más.

Pero, tranquis tronkis, ya he encontrado el mercado de abastos en el barrio de al lado, cruzando una gran avenida. Este sí que es un mercado indi de verdad. Las calles están repletas de comercios y comerciantes de todo tipo. En una parte ferreterías, electrodomésticos, utensilios de cocina, panaderías, almacenes de trigo y frutos secos, textiles…

Y en la otra, más expuesta, en un solar enorme, entre las bocinas de los coches y los rickshaws, los charcos y el barro… una multitud se avalancha sobre decenas de puestos de fruta y verdura. Allí he comprado un kilo de tomates cherry deliciosos por 5 rupias, 10 céntimos de euro. También hay carne, de pollo y cordero, un cuarto de kilo picado y mezclado 80 rupias, 1.3 euros.

La carne de vacuno deambula con parsimonia por donde le parece, buscando las legumbres y verduras que caen al suelo o descartan los tenderos. No dejas de alucinar cuando vas mirando por aquí y por allá, y de repente, levantas la cabeza y ves delante una enorme vaca en medio de toda la vorágine del mercado.

Mis puestos favoritos son los de las especias. El colorido y el aroma es embriagador y no me canso de acercarme y olisquear los polvos mágicos. En esta ocasión, el Will Smith indi, me dedicó una gran sonrisa.

Aquí cada uno se sube a lo que puede para moverse, el tráfico es caótico, no se respetan las direcciones ni los semáforos. Se puede aparcar y parar donde te de la gana. Las bocinas de los vehículos están continuamente avisando y llega a ser estresante y avasallador cuando están dirigidas a los peatones, pero si no te apartas ya te habían avisado.

Más music please:
Mean Lady – Indian Sun.mp3

El pasado domingo, coincidiendo con la luna llena sobre el cielo de Delhi, estuvimos en una celebración religiosa sikh. El sikhismo es una religión india que se origino de las raíces del hinduismo y el islam. Los que no se ponían de acuerdo con estas doctrinas se hicieron sikhs. El fundador fue el primero de sus gurúes, Gurú Nanak, y fue temporalmente paralelo a la llegada de Colón a América, a finales del siglo XV.

Nos dirigimos al templo que utilizan para sus reuniones y ritos, un gurdwara, y en cuanto nos acercamos a la puerta fuimos atendidos y adoctrinados para presenciar el ritual. Después de descalzarnos y cubrirnos la cabeza nos llevaron a la capilla para ver como el gurú del gurdwara, bendecía entre cantos y oraciones el libro sagrado de los sikhs, el Gurú Granth Sahib. Este libro contiene las palabras y oraciones de los 10 Gurues del sijismo y de otros santos hindúes y del islam, como la biblia cristiana, pero más reciente, unos 500 años. Los gurúes sikhs fueron cada uno de los primeros diez líderes del sijismo, como los primeros santos dominantes, luego convertidos en papas.

Al terminar los cantos y oraciones, un monaguillo repartió algo entre los fieles que presenciaban la ceremonia. Con sus manos desnudas y desde un cuenco, lo fue depositando sobre la mano derecha de todos, incluidas las nuestras. Era una pasta caliente para comer, que me llegó por sorpresa, ya que no me dí cuenta de que era comida hasta que llegó a mi mano. La ostia! 😉 En ese momento, por una fracción de segundo, pensé, ¿Me lo como?… me lo tengo que comer. No estaba malo, era un dulce muy espeso.

Después, ya descubiertos y calzados, salimos todos a la puerta del templo para contemplar el jolgorio de la celebración, con un lanzamiento de fuegos artificiales. Al despedirnos de nuestro anfitrión, que era el cura del templo, fuimos invitados a otra celebración este domingo que viene.

Para terminar, esta es Puja, nuestra chica de la limpieza. Lleva una semana con nosotros y me va a enseñar algunas palabras en indi y yo a ella las mismas en castellano. Llevo un mes sin ponerme las gafas de sol y todavía no soy capaz de abrir los ojos ante el resplandor del sol, por eso tengo careto en las fotos. Espero muy pronto poder abrirlos de verdad, como ellos. 🙂

Happy Diwali!!

Hoy se celebra en India una fiesta bastante parecida a nuestra navidad. Es el año nuevo hindú, el Diwali, también conocida como el Festival de la Luces, porque se iluminan todos los edificios y parques con lucecitas «navideñas». Los petardos y fuegos artificiales son protagonistas durante toda la noche. Todas la religiones en India la celebran por igual, ya sean hindús, musulmanes, budistas o cristianos. Este año nos ha pillado un poco verdes, el año que viene me gustaría ser uno más en el Diwali…

Por ahora todo va muy bien, bueno, hoy hemos tenido un incidente y el auto rickshaw que nos llevaba ha sufrido un pinchazo…

Mentira cochina!!, no íbamos dentro de él, pero es una buena foto. El otro día cogimos el metro para probar, con valentía torera. Marta tuvo suerte y subió en el primer vagón que es solo para ladies e iba holgado… pero yo…. no puedo contarlo… por mucho que cuente no se puede describir. Imaginad el metro de Madrid en Sol cualquier día a las 9 de la mañana. Imaginad que llega el vagón petado… se abren las puertas y empieza a entrar la gente a empujones, a diestro y siniestro, sin ninguna contemplación, sin dejar salir primero… lo curioso es que no se cabrea nadie, es así! Muy fuerte, hay que probarlo para poder sentirlo, no digo más.

Estos niños tan guapos me vieron haciendo una foto y me miraron sonriendo para que les hiciese una, detrás de ellos, un enorme vertedero en medio de la ciudad… precioso!

Y si algún día las vacas me dejan de mirar, dejaré de hacerles fotos, pero por ahora me siguen mirando como a un guiri, y eso que no me perfumo, ni llevo gafas de sol!

Primeros 5 días en India…

… que han pasado muy despacio – me encanta detener el tiempo – entre los coches y las vacas. No estoy inspirado y además quiero irme a la cama, pero ahí van un par de fotos con las que resumir estos increibles primeros días entre Delhi y Gurgaon.

Y la gran sorpresa ha sido la fiesta de esta noche. Muchas gracias a los compañeros de Marta, que nos han invitado hoy a una estupenda barbacoa con piscina, donde hemos podido conocer a algunos de los españoles que están también por estos lares. También gracias a ellos, hoy ha sido el gran estreno en India de Danindie DJ… 5 días 😉 inolvidables.

Me cambio la piel en un par de semanas.

He decidido cambiar mi alias de disc jockey. El motivo es este (Cuidado con el volumen):

http://www.djnotorious.com

Resulta que ya hay un Notorious en India y por lo que parece famoso e internacional. Seguro que también se puso el alias por el Notorious de Duran Duran. Uno de sus remixes:
Pehli Nazar – Race – DJ Notorious Mix

Hace unos días di de alta una nueva dirección de gmail para contactos profesionales. Que dilema. Mi currículo renovado para encontrar un trabajo en India no contiene una sola línea sobre mi pasión y conocimiento del mundo de la música. No sé si estoy haciendo bien. Consulté con un par de colegas y me aconsejaron no poner nada por escrito. Sólo si la entrevista da lugar a comentar, sería expuesto. Creo que es demasiado poco. Me gustaría encontrar un trabajo en el que pudiese saciar mi melomanía. No me gustaría pinchar todos los fines de semana, sí de vez en cuando. Pero sería feliz trabajando a diario seleccionado música para una cadena de tiendas de moda, o para la televisión, como asesor musical para la programación y sus producciones. Pero para esto necesitaría otro currículo con mi bagaje en el mundo de la música. Que lío. ¿Que hago?.