Soy muy afortunado de volver a India después de siete hermosos años haciendo lo que me gusta, y además, visitar viejos amigos y hacer nuevos.
Sanos y salvos, muy contentos y con India para siempre en nuestros corazones. Así hemos vuelto después de un Moteros solidarios en India que nunca olvidaremos.
Taj Mahal.
Desde el aeropuerto directamente nos fuimos a Agra para visitar el Taj Mahal.
Disfrutamos de lo lindo del atardecer alrededor de semejante templo.
Con mucha gente y pocos extranjeros da lugar a un intercambio continuo de miradas, risas y la mayoría de veces, sesión de fotos.
Alwar.
Las colinas de Aravalli son las protagonistas del paisaje al llegar a Alwar.
En el hotel, un castillo medieval, nos esperan las motos y la primera toma de contacto
La cena buffet en la terraza exterior fue deliciosa y picantona.
Entre fuegos y danzas pasamos una entretenida velada, digna de los caballeros del castillo.
Después disfrutamos de la cena con música y baile tradicional en directo.
Jaipur.
Salimos temprano de Dadhikart Fort en dirección Jaipur rodeando la reserva de tigres Shariska.
No son tigres, si no una enorme manada de ¿Vacas? … con grandes cuernos, lo que nos encontramos saliendo de Alwar.
Empieza el show.
Seguimos por carreteras rurales atravesando pequeñas aldeas con pequeñas havelis y mucha tranquilidad para lo que es India.
Llegamos a Jaipur para contemplar el fuerte Amber y el palacio de los Vientos.
Entrar en el centro de Jaipur en caravana, aunque sean solo con tres motos y un coche, es un ejercicio de escuadra.
Cuantos más juntos mejor. Aún así tienes las rotondas y otros momentos en los semáforos de auténtica carrera de coches locos.
Pushkar.
El día empieza con una moto que no arranca. Le había dado frío por la noche y la conexión de la bomba de gasolina necesitaba cariño.
Salimos por fin después de un buen rato de revuelo, dirección Sambhar.
Allí pasamos por el pintoresco mercado del pueblo y luego rodamos en moto, libres como aeroplanos, por su lago seco.
El resto de la tarde atravesamos zonas rurales muy pobres de Rajasthan, con escasa agua y malas comunicaciones.
El día de descanso en Pushkar llevé las tres motos al taller para engrasar y revisar algunas otras cosillas. Increíble India.
¿Se trata de terminar el tour en moto o de una aventura en India?
Jodhpur.
Decidimos en el desayuno hacer una etapa en moto más rápida, para tener tiempo de visitar bien Jodhpur.
Por una buena carretera salimos hacia Merta para hacer la primera parada de chai.
Aquí a la derecha una de las escenas más repetidas del viajes. Nuestro conductor Ishtak, atento siempre a mis indicaciones en google maps 🙂
En Jodhpur almorzamos con las vistas del Fuerte Mehrangarh, el más impresionante para mi de India.
Luego visitamos las cisternas escalonadas que están cerca del concurrido bazar de la plaza del reloj.
Terminamos la tarde en otra azotea con vistas al castillo y la ciudad azul.
Narlai.
Subimos al Fuerte Mehrangarh para hacer una visita de un par de horas.
Después salimos hacia Luni, para hacer una parada en Bullet Baba Temple. Un templo en que dentro hay una Royal Enfield Bullet 350 cc. ¡Cosas de India!
A la hora del almuerzo llegamos por buenas carreteras a Narlai. Al entrar nos cruzamos con una boda.
Llegar a Rawla Narlai es como llegar a casa.
El hotel Rawla Narlai me regaló una tarta sorpresa que decía “Welcome back after seven years”. ¡Que momentazo con la espada!
Por la mañana antes de salir hacia el templo de Ranakpur, visitamos una escuela de primaria, como intro de lo que nos esperaba en Mera Parivar.
También nos dió tiempo a hacer una safari en Jeep por los terrenos de Maharaja y visitar otra cisterna escalonada en el campo, en lugar de en la ciudad.
Udaipur.
Empezamos la ruta parando una hora después para visitar el templo jain de Ranakpur.
Continuamos por la carretera más alta y virada del viaje, disfrutando de los valles más prósperos de la colinas Aravalli.
Al caer la tarde llegamos a la Venecia de India, Udaipur. El oasis antes del desierto. Una ciudad de palacios y havelis en torno a sus lagos y canales.
Bolis y balones en Mera Parivar, Gurgaon.
Después de un día de descanso en Udaipur tomamos un vuelo a Delhi por la mañana.
Directamente desde el aeropuerto nos fuimos a la ONG Mera Parivar para hacer entrega de los 1.810 € que llevábamos de España para ellos.
Los niños nos estaban esperando, yo lo sabía. Llegamos con prisa pero enseguida nos llegó la calma y sobre todo la emoción.
Entregamos los billetes uno por uno y comimos un riquísimo arroz biryani.
Mientras Anil Landge, el director de la ONG nos explicó cómo funciona y además, nos presentó a algunos de los chicos que hace 10 años sacó de la calle y ahora son esplendorosos jóvenes universitarios.
Tienen un oportunidad gracias a trabajo de estas personas y las donaciones que recibe la ONG Mera Parivar.
Es hermoso todo y el sueño de muchos. Deseo muchos exitos x SIEMPRE!!!!
Muchas gracias! Vamos a por otro este año.