Y me acabo de dar cuenta de ello y miro hacia adelante y veo la noche estrellada, a pesar de la luna casi llena, por encima de las montañas más altas del mundo, que no las veo, pero me las imagino y con un poco de suerte, sé que las veré mañana al madrugar.
Cuando miro hacia atrás veo pasar el tiempo muy rápido, algunas veces va mucho más despacio, pero luego vuelve a coger carrerilla. También veo muy buenos momentos que son de los que quiero que haya más, porque también los hay no tan buenos, algunos duros, pero aquí estamos contentos, a pesar de ellos.
Pienso en India como el reto más importante que he tenido en mi vida. Pienso en como poder mejorar como persona y en la oportunidad que me está dando esta gran experiencia en tan remoto y distinto lugar, al que perteneces y donde has creído y crecido.
Sigo mirando hacia adelante y veo claramente que la tierra sigue girando. Aquí, al borde del Himalaya se ve tan bien como en otros grandiosos paisajes que hemos disfrutado. Las estrellas van pasando relajadas por el cielo como si nada o nadie lo pudiese evitar.
Me voy a dormir que hace frio, además mañana madrugo para contemplar uno de los amaneceres más enormes que uno puede ver, frente a las montañas más grandes de la bolita en la que vivimos, que a pesar de todo, sigue y sigue girando. Buenas noches 🙂