Quien me iba a decir a mi que trece años después iba a volver a pinchar el himno del Hércules en un bar petado de gente. En cuanto se consolidó el ascenso pensé en ello. Hogueras, el Hércules, fiesta… menos mal que no tengo el himno, jijiji. Pues no, el himno vino en forma de pendrive a Bugatti 80s. Vaya pedazo de fiesta intensa anoche… Muchas gracias a todos, os espero el miércoles, que va a ser la buena de hogueras.
Las primeras hogueras que recuerdo pinchar para la calle fueron desde Queché. Pero siempre estaba la calle San Fernando en primer lugar, donde se concentraban más bares, casi uno en cada portal. Fue entonces cuando llegué primero a Santa Fé y luego a Sausalito y tuve la oportunidad de pinchar desde ambos sitios para toda la calle San Fernando.
Lo mejor de las fiestas de hogueras era el poder concentrado en la mesa de mezclas. Miles de vatios convertidos en vibraciones haciendo enloquecer a la calle entera. La sesiones eran largas y las noches pasaban lentamente una detrás de otra, hasta que nos íbamos al Cha Cha, a esperar que nos barriesen hacia Canalejas para ver salir el sol cerca del mar… o subirte a una barca a dormir la moña.
Pinchábamos de todo. Recuero varias peleas de gallos a los mandos. Quita el pastelito y vamos con el rock and roll!!
Y Plátano, como se ponía… las escaleras eran mortales, el alma de la calle San Fernando. Muchas gracias a Nacho por las fotos!