Quizá por ser uno de mis oficios preferidos, durante las múltiples incursiones en la ciudad medieval me ha llamado mucho la atención el día a día de los vendedores ambulantes. Los de tabaco son ancianos tullidos con un viejo cartón manoseado de marlboro, abierto con varios paquetes de winston y uno de cigarros marroquíes, para la venta de cigarros sueltos. Hombres más jóvenes empujan por las pendientes pesados carros con ruedas de bicicleta repletos de fruta de temporada. Pelan los higos y dan el bocado por el mismo precio y los transeúntes, paran y saborean con avidez. Los de pasteles, hacen una precisa cuadrícula con el cuchillo, para dividir el manjar y reparten con precisión las migajas por los rincones del molde. Todos ellos rodeados del bullicio y la improvisación reinante en las estrechas e inclinadas calles de la Medina.
En las bajadas y subidas he conocido a comerciantes marroquíes con negocios relacionados con la música, un vendedor de cds, discos y casetes, Youssef. Un músico con tienda de instrumentos musicales, Mohamed y un fabricante de instrumentos de percusión, Ali. Les he robado algo de su tiempo para abrir esta ventanita melómana.
Mi primer amigo, Youssef, cuenta que se hace música popular marroquí desde hace 1.200 años, y surge de la fusión de la Andaluza y la de los países de la África subsahariana. Otra música importante en Marruecos, según Youssef, es la religiosa y tiene su origen hace unos 800 años. También menciona a los grandes artistas marroquíes de la Golden Age, los años 80 y 90 del siglo pasado, Belkayat y Doukkali, ambos nacieron en Fez.
Youseff nos cuenta que esta música tradicional la escuchan los mayores de 40 años, como a Julito. Los jóvenes siguen las tendencias internacionales y el Hip-Hop triunfa entre ellos.
Mohamed nos hace una demostración con el Laúd, el instrumento de cuerda más popular de marruecos, también de tiempos medievales en tierras andaluzas. Nos explica que la diferencia con nuestra guitarra clásica, el Laúd tiene 5 cuerdas dobles y una simple, y en el mástil no tiene trastes. Este instrumento se utiliza para todos los estilos de música marroquíes.
En el vídeo nos explica los distintos cueros de origen animal, que utilizan para hacer timbales con sonidos diferentes.