Había estado muy cerca y hecho muchos itinerarios para clientes con el nombre Backwaters de Kumarakom, pero era mi primera visita al pueblecito del lago Venbamad. Los primeros tres días los pasé en un sitio «Heritage!», un sitio muy mal heredado, mal situado, en frente de un templo en el cual se estaba festejando no dejar dormir al prójimo y con el peor de los servicios que se le pueda desear a tu peor enemigo. Pero estuve contento y tranquilo, intentando mantener ese equilibrio, tan necesario para este gran viaje que estoy haciendo.
Después de esos tres días de casi penitencia, me moví unos kilómetros hacia el sur del lago, para llegar al resort Whispering Palms, que no conocía, pero que si tenía una buena referencia de otros hoteles de la misma cadena, en los que sí que había estado alojado.
Y aquí estuve un par de días, aprovechando para trabajar y descansar. Como me esperaba el servicio y el buen hacer de los chicos y chicas del Whispering Palms me hizo sentirme como en casa y eso el mejor que te puede pasar en un hotel.
Sin duda la mejor opción con una muy buena relación calidad-precio de la zona de Kumarakom, en la cual podemos encontrar decenas de hoteles y no todos son los que parecen.