Hoy he estado en Cheste viendo los entrenamientos de F1 con unos amigos.  Es un deporte que siempre he seguido con pasión. Últimamente con menos ilusión, por culpa del circo de payasos que se mueven alrededor. A pesar de ello,  oír y ver en el circuito una pasada de un Ferrari de F1 sigue poniéndome los pelos de punta.