Nepal con una Royal Enfield, viaje en moto

Nepal con una Royal Enfield, viaje en moto

El gran atractivo de un viaje al Himalaya con los cielos despejados y azules. Viajar por Nepal con una Royal Enfield es una delicia. Y si además hay una huelga de transportes de varios días y la carreteras están despejadas, es tener mucha suerte.

Nepal con una Royal Enfield

El primer día teníamos por delante 145 km desde Katmandú a Gorkha, de los cuales hubiesen sido muy duros los primeros, la salida de Katmandú y del valle en el que está la ciudad.

Valles Himalaya

Sin un solo coche, camión o autobús, solo alguna moto y muchas ambulancias, subimos dejando Katmandu en el retrovisor y entonces, después girar una curva, vimos por primera vez la cordillera del Himalaya posando para nosotros con el cielo azul como fondo de escenario.

Nepal con una Royal Enfield

Nepalíes jugando

Sobre un puente

Más chai

Nepal con una Royal Enfield

Nepal el techo del mundo

carreteras vacias

Five, el Himalaya y Daniel González Guarinos

Nepal con una Royal Enfield

Himalaya

Gorkha

Después de varias paradas, la comida y el puro de Claudio, llegamos a Gorkha con tiempo de dar un paseo y ver el atardecer entre las colinas del este.

Gorkha

Gorkha

Gorkha

Gorkha sunset

Niebla

El segundo día empezó, fue el único, con nubes bajas ocultando el valle y haciendo que más de uno pensase en ponerse el traje de agua que llevamos por si llueve. Al final fueron unos pocos kilómetros apretando los dientes, pero muy suaves con el freno.

Vehículo de apoyo

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Justo cuando despejó el cielo subimos a Bandipur, un pequeño pueblo con unas fantásticas vistas, entre Gorkha y Pokhara. La subida fue un gustazo con Five casi rozando estriberas en los ángulos más cerrados e inclinados.

Nepalíes

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La bajada fue más tranquila disfrutando de las vistas y del campo y sus paisanos.

Nepalíes

Nepal tropical

Llegando a Phokara

Y son estos momentos sobre Five los que nunca olvidaré. Llegando a Pokhara, el Anapurna se muestra como una de las escenas más grandiosas para contemplar sobre este planeta.

Nepal con una Royal Enfield

Chirin Phokara

lago de Phokara

Nepal con una Royal Enfield

Pokhara, su lago y su montaña, un sitio de esos que pongo en mi lista de muy pocos, en los cuales te quedarías una temporada para disfrutar realmente de su magia.

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Estas son las magníficas vistas desde nuestro hotel en Pokhara, el nuevo hotel Athiti.

Phokara Royal Enfield

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El día siguiente fue de descanso y me fui a la colina cercana de Pokhara, desde donde se puede hacer uno de los mejores saltos en parapente tandem del mundo, hasta aterrizar cerca del lago. Desde allí puede observar tranquilamente la grandeza de la montañas que tenía ante mis ojos.

Nepal con una Royal Enfield

De Pokarha salimos hacia Tansen, 125 km de preciosos valles de curvas enlazadas, atravesando villas y puentes sobre ríos serpenteantes y bravos.

Nepal con una Royal Enfield

Huelga nepalí

En el camino a Tansen atravesamos un pueblo grande en el que pudimos ver que la tensión de la gente iba aumentando conforme llegaba la fecha de las elecciones generales en Nepal. Las carreteras seguían cerradas y sólo circulaban algunas motos y turistas en furgonetas, muy de cuando en cuando.

Himalaya colinas

Himalaya río

Nepal con una Royal Enfield

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La llegado al caer la tarde a nuestro hotel en Tansen fue de lo más espectacular, a través de un sendero muy off-road subimos a un repecho en el cual nos encontramos de nuevo con todo el poderío de la montañas más grandes del planeta.

Himalaya

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Al día siguiente salimos hacia Chiwtan, nos esperaban 180 km, la mayoría por la llanura del sur de Nepal, donde discurren todos los ríos que fluyen de las montañas. Quedaban dos días para la elecciones y era último para hacerse notar, el día siguiente era la jornada de reflexión.

Nepal con una Royal Enfield

Pinchazo paga birras

Y llegando a Chiwtan, justo después de pasar por el sitio más revuelto de toda la semana, llegó lo que todos estábamos esperando, el pinchazo. Los pinchazos en los tours conllevan el pago de una varias rondas de cervezas al resto del grupo, dependiendo de lo espléndido que se ha el desafortunado. Remarco que este fue el único problema «mecánico» que tuvimos en las seis motos.

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Chiwtan es uno de los Parques Nacionales de Nepal, famoso por los Rinos y los Tigres. El día de descanso lo aprovechamos para entrar en el parque en un Jeep Safari.

Taller

Con mucha pena nos fuimos de Chiwtan, temprano con el amanecer a las doce y la luz encendida. Nos esperaba una jornada larga de 200 km, con la incertidumbre de lo que nos íbamos a encontrar en el camino a Bakthapur, que pasaba por la circunvalación de Katmandú.

Nepal con una Royal Enfield

Nepalí

Everest Royal Enfield

Pero antes del paso por Katmandú nos esperaba la mejor vista de la cordillera de todo el viaje. No cabe ni en cuatro fotos, desde el Everest, hasta el Anapurna. Y como no este es un plano de Everest, justo el monte que está detrás, en medio. El mirador, casi abandonado por la falta de tráfico de la antigua carretera que une India y Nepal, está en Daman, un paso de un puerto de 2500 metros de altura.

Himalaya

ese

Nepal con una Royal Enfield

Himalaya

Nepal con una Royal Enfield

Y llegamos a Bakthapur sin problemas para descansar un día en tan bonita y monumental localidad.

Nepalíes

Nepal campo

Desde Bakthapur pasando por Nagarkot iniciamos un descenso por un camino off-road de 10 km, contemplando detrás de cada gran curva el infinito valle y las enormes cumbres al fondo sobre el tapiz azul. La jornada era de 90 km que nos llevaban hasta casi la frontera con China, en Kodari. Allí pasaríamos otra noche en la jungla en un precioso resort, al cual que se llega atravesando un puente con una caída de 160 metros, desde que el se practican saltos de puenting y otras modalidades. Ninguno de los ruteros no atrevimos.

Everest al fondo

Nepal con una Royal Enfield

Nepal con una Royal Enfield

niños nepalíes Royal Enfield

Himalaya

Everest zoom

Y volviendo, el último día a Katmandú, tristes pero muy contentos de la suerte de haber vivido tan fantástico viaje, de nuevo, el Everest ante nuestros ojos. Fue entonces ese momento intenso de la despedida y de dar gracias.

Bus stop

Katmandú en Nepal

Como digo siempre una de las razones personales que me mantienen en India es poder viajar a otros lugares cercanos. Esta vez ha sido Katmandú en Nepal, un viaje corto de cinco días, lo suficiente para hacerse una idea del país, si no vas a hacer un gran trekking por sus legendarias montañas del Himalaya.

Katmandu Nepal

Al llegar al aeropuerto ya estas metido en una película, con tufillo americano, no sé exactamente por qué. Al salir de la terminar cogimos un taxi y nos dirigimos a Thamel, el barrio donde están concentrados la mayoría de los hoteles para turistas. El coche parecía el de los malos de Starsky y Hucht.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Después de dejar las mochilas en el hotel nos fuimos a comer a Durbar Square, la plaza más famosa deKatmandú la capital de Nepal. Allí estuvimos buena parte de la tarde observando la nueva mezcla de colores, rostros, dialectos, olores, sonidos…

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Al día siguiente visitamos los lugares cercanos de Kathmandu en moto. Estuvimos en Patan, es su plaza y en un templo repleto de fieles realizando sus ofrendas. El 80% de la población Nepali es hinduista. El resto es budista.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

A unos ocho kilómetros de distancia de Kathmandu está Bhaktapur. Otra gran plaza con templos nepalis y bastantes turistas en manada.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Volvimos al atardecer a Kathmandu y todavía teníamos que visitar un par de templos. Uno era hinduista, Pashupatinath, y el otro budista, Bauddha. El primero nos impresionó mucho porque pudimos ver por primera vez desde que estamos en India, la ceremonia de la cremación. En el segundo vimos salir la luna por detrás de los ojos de Buda y de la enorme estupa que los eleva. Un sitio bonito para ponerse el sol.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

El viernes en autobús nos fuimos hacía las montañas del valle de Kathmandu. Eran dos noches en el campo, para caminar un poco, unas cuatro horas diarias.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

El primero de los destinos fue Balthali, una aldea en una colina sobre un entramado de mesetas, valles, puentes colgantes de acero y sus rios. Bajamos desde lo alto de un monasterio budista, Namo Buddha Monastery, atravesando bonitos campos de cultivo de arroz, mostaza, cítricos, bananas… y otros frutos y hierbas que desconozco. Los lugareños terminaban la jornada laboral, recogiendo la paja y los utensilios de trabajo. Se iba poner el sol pronto.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Desde lo alto de la colina, vimos amanecer y como se iban encendiendo las montañas de Himalaya que teníamos en frente de nuestro balcón. Son momentos muy místicos. Yo los paso siempre con la cámara, otros meditan o hacen yoga…

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

El día siguiente cambiamos de escenario. Fuimos a Nagarkot, el mas famoso de los miradores de Himalaya de cerca de Kathmandu. Nos pareció menos botino que la aldea del día anterior y mucho más turístico, pero pudimos contemplar de nuevo al amanecer, una gran panorámica de las montañas de 7000 metros a una distancia en linea recta de unos 70 kilómetros.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

Poco después, de nuevo en autobus bajamos hacia kathmandu, para visitar un templo budista que nos quedaba en la lista.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

El templo de Swayambhu, al oeste del centro, sobre una colina a la que se sube a través de 365 escalones. Al llegar arrriba hay unas buenas vistas de toda la ciudad de Kathmandu. También un paraiso para el turista comprador complusivo de baratijas para la familia y los amigos.

Katmandu Nepal

Katmandu Nepal

En resumen, un buen salto desde Delhi que sólo está a una hora de vuelo. Sin duda me quedo con la gente de fuera del barrio de Thamel, donde se aglutina todo el turisteo y el gran negocio de las expediciones de sexagenarios gringos y de otras latitudes septentrionales…