Me voy a casa!

Me estoy tomando un blue label con la puerta de la terraza abierta, oyendo como monzonea Delhi por primera vez este año, y me quedan muy pocas horas para coger el avión a casa y no sé si contar lo que siento… disfrutando, escuchando música nueva, es casi como la meditación transcendental. Lastima que en al ashram no puedas tener el blue label.

Es una despedida relámpago ya que dentro de muy poco estaremos de nuevo aquí. Los últimos seis meses han sido duros, mayo y junio, duros de pelar. Me voy con más ganas que nunca desde que estoy en indianapolis. El calor, el trabajo, la intensidad para lo bueno y para lo malo de este país le pasa factura a cualquiera.

La mejor experiencia aquí son los nuevos amigos que hacemos y los últimos meses han sido un chorreo de despedidas, y se nota mucho. No nos podemos quejar de la fantástica panda de amigos que tenemos, son un tesoro, sin ellos esto sería imposible del todo.

Pero se echa de menos a los de siempre, con los que has compartido tanto. Muchas veces en medio de indianapolis me acuerdo de alguno de ellos y pienso en las risas que se pegaría si me viese por un agujerito.

En fin, que estoy inspirado, escuchando un pedazo de disco, como hace tiempo de agustito que no lo hacía. Y dentro de un rato nos pillamos el vuelo a Estambul, a pasar el fin de semana y un bañito turco, buena comida, el Bósforo… El lunes y martes curro en Madrid, y el miércoles muy prontito llegaré a la playa de san juan… Por cierto, tenemos fiesta benéfica en el chiringuito de la albufera. El sábado 14, con paella y más sorpresas.

El ashram de Kausani en Uttarakhand, last train to trascendental.







El intenso calor de Delhi durante este mes de Junio hace la vida dura en indianapolis. Escapar en algún momento es la solución y eso es lo que hicimos apresuradamente el pasado viernes por la mañana. Es difícil salir de Delhi, por unos pocos días, y los destinos cada vez resultan más complicados, debe ser deformación profesional…, intentar cada vez algo mejor o por lo menos sorprendente con respecto al viaje anterior que has hecho y con menos turistas. 🙂

Con muy pocos día por delante nos subimos en un coche hacia el Himalaya, a Kausoni, en el estado de Uttarakhand. Nueve horas de viaje que acabaron siendo 13. Era un viaje anti-estres y el destino era un ashram en la montaña al cual se accede caminando 15 minutos desde la carretera por un sendero. Sabíamos que íbamos a poder hacer yoga y cultivarnos en la famosa arte de la meditación. Nada más. Ni fotos, ni trip advisor. Sólo en consejo de un amigo.

Después de llevar desde las siete de la mañana en el coche atravesando la sin razón India, la llegada fue impactante. Nos recibió un señor de unos cincuenta y medios años de edad, de tez blanca, con los ojos azules, melena y barba blanca modelo Jesus Cristo; con vestiduras monjiles de color blanco inmaculado. Nos dijo su nombre, del cual ni me enteré y con una amable sonrisa nos despidió hasta el día siguiente.

Por la mañana subimos con cara de mico al piso de arriba de nuestra casa de campo, sin saber muy bien lo que no esperaba. Allí vive Ashutosh, un gurú suizo, astrólogo y estudioso de los vedas, que lleva más 30 años en India. Nos preguntó si sabíamos donde estamos, con toda la naturalidad del mundo. Nosotros, de la misma manera natural y sincera le dijimos que no. El nos contesto que nada era casualidad, y que si estábamos allí, era por algo.

Esto no es el ashram. Es un remoto templo que visitamos, en una de nuestras excursiones por la zona, empotrado entre el valle, una roca y una cascada. En el templo vive un monje desde hace 15 años, solo bebe leche y come vegetales. Hace yoga y está en plena forma. Solo baja al pueblo una vez al año.

Volviendo a donde estaba, en la terraza de Ashutosh, con vistas al Himalaya, que no se veía en esta época del año por las neblinas y la falta de lluvia. El maestro espiritual nos propuso convertirnos en sus brahmachārīs. Y como no, después del viajecito, le dijimos que adelante, que eramos todo oídos.

Ashutosh es el promotor de un proyecto hecho realidad que consiste en una escuela para preservar la tradición védica. El ashram es para 121 estudiantes que reciben la experiencia completa y la enseñanza de las ciencias védicas de la manera tradicional. La cultura védica de la India es una de las más antiguas de la humanidad. El hinduismo  surge de los vedas. Las tradiciones y prácticas espirituales de toda Asia se ven afectados por ellos. El ritual de canto de los textos védicos ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Durante los últimos 200 años también se encuentra en el oeste, las filosofías védicas y prácticas como el yoga enriquecen las vidas de muchas personas en todo el mundo.

Y de eso es de lo que estuvo hablándonos durante el fin de semana, en diversas sesiones, en las que también meditamos, después de ser bendecidos por el gurú, en una ceremonia en la que nos asignó nuestro mantra.

A pesar de las dificultades con el inglés, hemos sido unos privilegiados por haber tenido la oportunidad de disfrutar de la sabiduría de este gran señor, que nos trasmitió de una manera directa y clara, su experiencia con estas tradiciones milenarias basadas en control de la mente del ser humano. Según nuestro maestro, sólo utilizamos un 10% de nuestro potencial mental. Viendo como está el mundo hoy, gobernado por los seres humanos y conociendo la historia que nos precede, parece bastante razonable.

Si la mitad del tiempo que he dedicado en mi vida a ver la televisión, lo hubiese dedicado a meditar… ¿Qué sería?. This is the question.

Aquí tenéis unos enlaces con información sobre el proyecto y el ashram, por si os interesa la materia y os apetece la gran experiencia:
http://www.anamaytrust.org/index.htm
http://www.veda-tradition-himalaya.org/aktuell.html














Rio Ganges a unos 100 kilómetros al este de Nueva Delhi.

Rajasthan en Technicolor

Este es el testimonio que nos han dejado manuscrito los dos amigos, Sergio y Bea, y compañeros del Gran viaje por el Rajastán de la semana pasada.

30 Marzo – 8 Abril 2012
Rajastán, un mundo de sensaciones.
La ruta de Oasis World por el Rajastán es una delicia para los sentidos, muestra al viajero pueblos repletos de gentes maravillosas que arrancarán de tu alma las mejores sonrisas; descansarás en alojamientos que te harán creer en el paraíso terrenal, te llevará a las tierras del leopardo y la mangosta y te presentará una cultura en ls que se funde lo antiguo con lo milenario. En definitiva un viaje «10» en el que encontrarás el equilibrio y la armonía con todo lo que te rodea.

Rajastán, «All is possible»
El viaje perfecto, no es posible prescindir ni de uno solo de sus momentos. Un viaje por el tiempo lleno de colores y sabores, de personas y sonrisas, paseando por el campo y la ciudad, con el ajetreo del mercado, con la quietud de sus templos; donde puedes tocar el cielo a la sombra de Ganesha mientras el sol se pone, sabiendo que a tu regreso en el hotel de Narlai (Lo más parecido al paraíso) te está esperando la cena perfecta en el lugar perfecto. Un viaje donde el tiempo transcurre despacio para poder vivir segundo a segundo, sin preocupaciones, si peros, donde todo fluye sal ritmo que debe. Sin duda alguna el viaje de mi vida; sólo queda decir gracias y espero volver.

El viaje ha sido fantástico. Pura India, lleno de gente, color, olor y anécdotas que difícilmente se borraran de nuestra memoria. Empezamos cogiendo un tren nocturno desde Old Delhi Station hasta Jodphur, en el corazón del Rajastán y con una puntualidad poco habitual llegamos a las 8 de la mañana a la ciudad azul.

Después de pasar la mañana en el impresionante Mehrangarh Fort y en el alborotado Sadar bazar, partimos hacia Luni, un pequeño pueblo rural a una hora de Jodhpur. Allí llegamos a nuestro alojamiento, Fort Chawna, el primer palacio del recorrido: http://www.fortchanwa.com/

De camino a Narlai, nuestro segundo destino, encontramos una feria rural en medio de la nada. La experiencia fue muy divertida, algunos bailaron y acaparamos la atención del pueblo entero que estaba de fiesta, creando tumultos y corrillos a grito de Bea Bea!!

Llegamos a Narlai a media tarde y nos quedamos atónitos ante el magnifico palacio que iba acogernos esa noche: http://www.rawlanarlai.com/
El palacio está situado en el corazón de un típico pueblo de Rajastán, lleno de actividad y de color. El Rawla (Villa) es un oasis de serenidad y ofrece una espléndida vista de una roca de granito de 350 metros de altura llena de cuevas y templos, coronada por una estatua de un elefante blanco, guardián del desierto a su derecha y de la colinas de las Aravali a su izquierda.

Al caer la tarde subimos la roca para ver la puesta de sol y el esplendido paisaje.

Al día siguiente, después de un paseo en bici por el campo y un baño en la fantástica piscina del hotel, salimos hacia el templo jainista de Raknapur, para más tarde, al caer la noche, llegar al destino final del viaje, Udaipur.

Udaipur, la Venecia del este, se ilumina para recibirnos y en ella disfrutamos de sus magnifico palacios y bazares, tal y como lo hizo 007 en la famosa película Octopussy, rodada en el año 1983 es esta mítica ciudad de Rajastán.

Holi, el festival de colores de India

 Holi festivfal - Aventura en India

 

Es una de las principales fiestas religiosas hindúes y tiene lugar en primavera. Sobre todo se celebra en el norte de India y Nepal. El motivo el amor por la familia, los hermanos, los amigos. Se utilizan polvos de colores chillones (pichkaris), para pintar a las personas queridas como gesto de amor y alegría en ese día.

Los niños y los jóvenes utilizan todo tipo de inventos, como globos llenos agua tintada, para alcanzar sus objetivos. Los más adultos de acercan y abrazan, manoseando rostros y cabezas con las pinturas de Holi. Momentos emotivos y divertidos, que dan la dimensión y el sentido aún país tan controvertido como India.

Si se va e vacaciones son unas fechas a tener en cuenta y disfrutar in situ. En cualquier lugar del norte de India, se puede disfrutar del festival, incluso en Goa. Los mejores sitios, si te gusta mucho la aventura y no tienes miedo a las aglomeraciones, los ghats de Varanasi. Si te gustan las comodidades y alternativas de ocio, Jaipur. En las zonas rurales, el festival se celebra de una manera más auténtica y familiar, Jaisalmer, Jodhpur, Narlai, Pushkar, incluso Udaipur puede ser una alternativa más cosmopolita, pero sin perder el toque rural y además muy romántica.

Ver más aquí:

http://goo.gl/URFB9r
http://goo.gl/YR58wA

 

En el polo con el Marajá de Jaipur, amigos muy grandes… y pretty woman!

 


Hoy hemos sido invitados por el Marajá de Jaipur a un partido de Polo y me he sentido como Richard Gere en aquella escena de Pretty Woman.


Con la cámara al cuello y casi con el morro de un paparachi me lo he pasado en grande tirando fotos a la jet set delhinense.


El polo es originario de Persia (Irán). Lo practicaban las caballerías de la realeza para simular luchas en el campo de batalla, cinco siglos antes de Jesucristo. Después llegó al subcontinente y los británicos durante el siglo 19 lo llevaron a Europa.


Como Guardiola a pie de banda, en los momentos finales eran necesarios los consejos del entrenador.



Los chicos de la banda de música que ha desfilado frente a la grada eran de Nepal y sus vestiduras escocesas, dios los junta y ellos se crían.




Para terminar la otra banda 😉 y Pretty Woman!