Goa es un paraíso de playas inmensas con un clima tropical desde noviembre perfecto, el cual ya tomaron hace muchos años un montón de hippies a los que les gustó tanto que todavía están aquí.
Cerca de puerto pesquero de Chapora hay un lugar donde ves desfilar a los hippies maduritos que tomaron está plaza allá por los ochenta. Unos tios listos que siguen disfrutando de una vida diferente en estas tierras lejanas de India.
El resto sigue siendo la auténtica e intensa India que nunca deja de sorprender y en la cual puedes aprender una receta nueva todos los días.
Nada más llegar a la playa de Morjim, entre Anjuna y Arambol, pude pinchar el Club Fresh. La lastima es que esa misma noche se inauguraba el Marbela Club muy cerquita y estaba toda la gente allí.
Todavía sigo esperando la oportunidad de volver a pinchar en el Curlies, que es donde mejor me lo pase nada más llegar hace una semana. Es un sitio sin duda especial sólo por la solera que tiene y la planta de arriba es la mejor que he pisado en una playa jamás. Parece que estas en el barco rodeado de una vegetación exuberante.
En el mismísimo Curlies con mi colega Divine Fernandes, tio grande de Goa y promesa en la cabinas, aprendiendo, dice.
Este el garito donde pinché anoche, el Curlies en la playa de Anjuna en el norte de Goa, juro que huele como Va Bene o Penelope en verano, que raro, tan lejos del espacio – tiempo. Estuve desde la 9 hasta las 11 y media de la noche y después de unos problemas técnicos con el disco duro y uno de los controladores, todo fue bien. Me noto la falta de práctica, si tuviese continuidad lo haría mejor, es lo que tiene estar en el banquillo.
El público era jóvenes extranjeros, rusos, israelíes y también algunos indios. Los disc jockeys residentes que luego se quedaron tranceando, me dieron la enhorabuena e incluso bajaron el volumen al final de mi sesión para que recibiera unos aplausos 🙂
Mañana vuelvo a la escena de Goa en el mismo lugar. Seguro que voy a hilar más fino que ayer y que no llueva por favor, ya que ayer calló un buen chaparrón durante toda la noche en Goa, cosa que mermó la asistencia de público como en todos los lados.
Este es mi compañero y amigo Eloy, Asturiano por el mundo de los que dejan huella. Me está tratando como un hermano, es un tio muy grande con una familia encantadora.
Y llevo en mi bagaje miles de horas de vuelo que no quiero contar, aunque podría, pera pera.. que lo hago, sólo con los primeros 10 años de residente en diferentes antros…
A ver, ¿cuantos fines de semana tiene una año? – copio y pego el en sabio google -, 52!!. A groso modo, sin contar domingos… ni veranos, ni sesiones dobles de tarde y noche… Si pongo 4 horas cada día, jueves, viernes y sábado, son 12 a la semana que por 52 al año, sin contar los festivos que también se pincha, salen 624 por año que por 10 son 6240 horas pinchando música para hacer disfrutar al público. He tirado por lo bajo con las 4 horas, antes no había 4 disc jockeys por cabina en la misma noche y hacíamos más horas que el sereno. Me atrevo a decir que sumando la segunda etapa como DJ de después de 2007 y esos veranos de dos meses sin descanso, son más de 10.000 horas las que he pasado en frente primero de los platos y de los vinilos, después los cd y sus reproductores varios y ahora del portátil y los mp3.
Bugatti 1987
Con estas fotos viejunas quiero revindicar mi condición de comandante curtido en todo tipo de saltos y aterrizajes en sinuosos aeropuertos. Nunca he llegado a ser el Barón Rojo ni el héroe de rio Hudson, pero siempre he tenido bien agarrado el timón y he llevado al pasaje y a la tripulación a su destino sin graves problemas, llenando las pistas y los bares en los que he estado de residente.
Bugatti 1987
Pienso que tuve la suerte de entrenarme en lo mejores simuladores de vuelo de aquel entonces y con los mejores monitores, maestros del dance floor y la animación. Ellos me enseñaron todo bueno y casi todo lo malo.
Bugatti 1989
Ahora me encuentro en territorio comanche, rodeado de jóvenes DJs. Es curioso creo que hay más DJs que vacas en Nueva Delhi. Y no es nada fácil querer estar de vez en cuando en la farándula sin estar todos los días.
Queché 1990
Tampoco es que me pueda quejar mucho, quejica!. En el año que llevo aquí he pinchado 8 veces y me lo he pasado bien casi siempre. También es díficil por la poca oferta que existe. A pesar de ser una enorme ciudad de 16 millones de habitantes, los que salen aquí por la noche son los jóvenes expatriados y un puñado de indios. No se puede comparar con otras metrópolis europeas, no tiene sentido. Estoy seguro que en Alicante un sábado cualquiera sale de bares y fiestas casi más gente que aquí. Recordemos que hace muy pocos años, tres o cuatro la night life no existía en Nueva Delhi.
Va Bene 1992
El nivel musical no es muy alto en las cabinas y lo que más gusta aquí son los ritmos latinos y africanos. Y por supuesto en la mayoría de sitios Lady Kaka y David Jeta. La música indepiendiente o la electrónica más sofisticada casi no existen, salvo excepciones contadas de bandas indias, que estoy empezando conocer.
Va Bene 1992
Y es por lo que he creado Delhi Indietronica, para compartir con gente de aquí esa música que me gusta y para intentar pincharla de vez en cuando. Animo Danindie!!
Santa Fe 1994
Penelope 1995
Sausalito 1996
P.D. A mis amigos de entonces, de los cuales la mayoría lo siguen siendo ahora, por favor, si teneís fotos mias a los mandos os pago un birra en navidades.
Por fin voy a quitarme el mono!!! 😉
Unos amigos me van a dar la oportunidad mañana de pinchar en un bareto en el piso de 25 de uno de los edificios más altos de Delhi. Es muy curioso, creo que estoy empezando a creer en algo.
El otro día paseando por un parque encontré una curiosa torre en el sur de Delhi. En toda la ciudad se pueden ver grandes torres que sostienen depósitos de agua, pero esta además de ser muy grande, tenía ventanas. Me acerqué a preguntar a un par de vigilantes y me contaron que arriba hay un restaurante que lleva cerrado desde el año 1992 por disputas entre el gobierno y su propietario.
Estuve haciendo fotos del enclave galáctico y luego elegí una de ellas para retocarla y utilizarla en la nueva fan page que he hecho para promocionar en Delhi la música indie, que no es lo mismo que la india: Delhi Indietronica.
Ayer me llamaron para pinchar mañana en el SSKY LOUNGE, cerca de Connaught Place, el centro de New Delhi… y en una torre parecida a la del sur de Delhi. También cerca del cielo, donde están los dioses, muchas gracias!! 🙂
Hace unos días me enteré a través del Face de que hay una tienda de discos de vinilo de segunda mano en Chandi Chow, Old Delhi. Después de informarme de donde estaba exactamente, ayer me fui a buscarla.
Por el camino me encontré un cine en el que están poniendo la famosa película, ‘Zindagi Na Milegi Dobara’, rodada en España, que estos momentos es la película más vista en los cines de India.
Old Delhi sigue siendo un lugar fascinante a pesar de las muchas veces que he estado. Cada vez que voy descubro algo nuevo. Es muy lugar favorito de la ciudad sin ninguna duda. Hay zonas y callejones en las que la gente te mira como un verdadero extraterrestre, y claro miras a tu alrededor y lo entiendes porque eres el único que no es del planeta Old Delhi.
Después de un rato buscando por fin encuentro la tienda. Está en una primera planta y para llegar a ella hay que pasar por el bajo que es una tienda de calzado.
La mayoría los vinilos que tienen son Hindúes. Y casi todos de las películas de Bollywood que se vienen produciendo durante los últimos casi 100 años. En 1913 se estrenó la primera película muda en el hindi Raja Harishchandra.
Estuve un buen rato repasando las dos estanterías que tienen de música anglosajona. Pocas joyas y mucha madera. Me gustó encontrar un copia del White Album de Beatles, compuesto en Rishikesh a finales de los 60 por los Beatles. No era barato, 5.000 rs, así que me quede con las ganas.
Lo que si me lleve por 100 rs fue un LP de una banda española de los años 40 llamada Los Chavales de España. La edición es hindi y de principios de los 60. Es curioso porque en la portada destacan que está grabado con cintas de 35 mm. con tres pistas. Se utilizaban tres micrófonos, uno en el centro para el mono y dos a los lados para dar profundidad al sonido.
