Llevo una semana de mucho calor. Desde que empecé a trabajar la semana pasada el calor aumenta día a día constantemente. Hoy hemos estado a 45 grados, ayer 44. ¿Mañana 46?. Es horrible, mi vecino me ha dicho que soy un valiente. Hoy he estado visitando clientes en el noroeste de Delhi en una zona que no conocía. He comido en un restaurante en el que si me viese mi madre… si me viesen mis amigos…

Los saltos abordo de un Tata Indicar, al que cuando le da el sol de frente o está en un atasco, el aire acondicionado sale como el de un secador a 40 grados. Pero esta mañana he pensado… si Hanuman aguanta ahí plantado estos tres meses, porqué no lo voy a hacer yo.

Hanuman es el dios mono, venerado por los hindúes, degún dice la wilki. También dice que posee un poder y una fuerza casi ilimitada, hasta el punto de que al nacer saltó hasta el sol al confundirlo con una fruta. Ahora entiendo como Hanuman aguanta el calorazo equivalente a llevar un secador encendido todo el día en el trasero durante tres o cuatro meses.

Esto está que arde y no solo por el calor, si no por el business y donde hay business , la construcción es uno de sus pilares. Uno de los clientes me ha hablado sobre demografía. Según él, en India hay unos 1.500 millones de habitantes. Cada vez me pesa más este dato. En España somos 44 millones…

Si nos tuviésemos que pelear con los indios lo íbamos a pasar mal. 100 indios contra casi tres españoles, esa el la proporción si no me han fallado las mates… jejeje. Tendríamos que pedir ayuda de algún que otro vecino. Por este motivo he decidido llevarme muy bien con los indios y en lugar de hacer la guerra… ejeemm, hacerles bailar como auténticos poperos y para ello estreno el próximo viernes en Delhi una fiesta que se llama Rebelectrik, vaya usted a saber porqué. 😉