Esta vez me ha gustado tanto el video y resume tan bien lo mejor del viaje que lo pongo lo primero.


La llegada a Chennai fue movida. El vuelo no pudo aterrizar por el mal tiempo y se desvió a Banagalore a 45 minutos. Después de esperar una hora dentro del avión salimos de nuevo hacia Chennai. Desde aeropuerto me dirigí en un Ambassador destartalado a la Catedral de Santo Tomás, apostol de Jesús que según la iglesia llego a estas tierras en el año 52 d.c.

Después de varias semanas en el sur de Delhi se pierde la percepción de que estas en India. Llegaba a Chennai pensando que me iba a encontrar otra cosa diferente. Mas bocinas, vehículos más contaminantes, basura, y mucha basura, en la playa especialmente.

El resto del paseo por la zona de la estación de autobuses no hizo más aumentar mi incredulidad ante lo que estaba viendo que no necesita más comentarios.

Después, en Pondicherry, disfrutamos de largos paseos por las playas de los alrededores, viendo como viven los nativos cerca del mar.

Nos quedamos embobados viendo a los pescadores salir en sus barcas a por el pan nuestro de cada día con el mar muy revuelto. Los que no estaban en el mar, estaban trabajando con las redes en la playa. Le pregunté a uno de ellos y me dijo que la gran mayoría salían de pesca a las tres de la madrugada.

El domingo casi todo el pueblo estaba en la playa disfrutando de la tarde. Los niños en la orilla jugaban vigilados por lo padres desde el arriba. Vendedores y otros pintorescos personajes recorrían la playa ofreciendo sus productos y servicios.

En una de la playas cerca de Pondicherry encontré una escuela de surf con una ola buena para todas las edades y también principiantes, ánimo!