Ayer a estas horas viví el terremoto de mi vida. Jamás había sentido algo así. Llevaba los cascos puestos y no me atreví ni a quitarmelos. Miraba la botella de agua, y veía el liquido batiendose al mismo compas que yo. Pensaba con todas mis fuerzas que el casi agradable meneo no fuese a más y así fue, vaya susto luego.

http://headlinesindia.mapsofindia.com/state-news/delhi/delhi-feels-quake-tremors-73273.html

Secret Knives – The Garden, Buen música desde Nueva Zelanda!


El sábado pasado por fin nos vamos a Old Delhi. Con cara de duro y apurando el pitillo me dirigo decidido hacia las callejuelas como Pedro por su casa.


La primera sensación cuando veo los monos es de compasión… pobres animales en la que están metidos.
Lo segundo que se me ocurre es que espero no que hagan lo mismo que las palomas…


No tengo ni idea de lo que está cocinado, pero pica seguro! ummm


La red formada por los cientos de cables que se cruzan sobre nosotros es un jungla perfecta para monos y aves.


Old Dehli es el mercado más antiguo de la ciudad. Los comercios resoban de clientes atentos a las demostraciones de los vendedores. Es curioso ver como se compraban las cosas antes al detalle, la paciencia del vendedor, el interés del comprador, el inevitable regateo, todo un ritual milenario… hasta que llegue el Corte Inglés y lo j**a!


La gente come en la calle a diestro y siniestro. Vas siempre con la babilla fuera de ver masticar con avidez.


La calle es un desfile de rickshaws con los turistas mirando atónitos hacia todos los lados. Esta señora se agarraba con fuerza al rickshaw POR NO SALIR CORRIENDO.


Se avanza con difilcultad, los obstaculos son continuos y esquivarlos es difícil. Rozes y pisotones varios, olores, miradas.


Llega un momento que piensas que te vas a cruzar con un vaquero. Es el Far West en su máxima expresión.


El mercado está segmentado a la perfección. Cada callejuela es un arte, un oficio, un producto. Las especias son mis favoritas y es el momento que más disfruto.


Los hombres cargan y descargan mercancias con gestos y posiciones llamativas. El trabajo es duro.


Al llegar a la zona de los chilis rojos en aroma es muy intenso y el polvo que respiras embriaga de color rojo.


Algunos tienen sus ratos de descanso y sobresale uno de ellos leyendo el periodico, mientras el resto cuentan chistes sobre sobre los guiris extraterrestres. Igualmente.


Es un inmenso circo con domadores y domados, como este señor y su cabra echando la tarde al quite.


La luces de la tarde golpean las fachadas de los decrépitos edificios creando un mosaico de carteles y mensajes



La calle de la salida del tour, hacia la mezquita es un atasco inmenso, en el que ni siquiera los peatones pueden circular.


Muchas gracias a Leandro por pasarme la mayoría de las fotos de este post. Ojala llevar siempre un fotografo como él al lado. 🙂

P.D. El sábado tengo mi primera fiesta en un sitio muy guapo no lejos de casa. Mañana repaso y puesta al día. Estoy contento!!