La Carretera Austral en moto es el sueño de cualquier motociclista que le guste la aventura. La Ruta CH-7 atraviesa la Patagonia chilena durante 1247 km entre Puerto Montt y Villa O’Higgins. La mayor parte no está asfaltada. Como en el Himalaya, las difíciles características geográficas del territorio ocupado por los Andes patagónicos, ríos, lagos y campos de hielo, hacen que esté en permanente estado de reparación. Durante gran parte del siglo XX, esta zona Austral era sólo accesible por medio de barcos y aviones.

 

Día 1: Empieza la Carretera Austral en moto: Perito Moreno – Puerto Sánchez

Después de cenar un espectacular asado de cordero en las cabañas de Perito Moreno, descansamos y nos subimos en moto para recorrer unos 90 km de pista patagónica hasta llegar al lago Buenos Aires o Gral Carreras. Allí tenemos que cruzar a Chile por el paso Paso Palaviccini hasta Puerto Ibañez.

Burry, mi Royal Enfield Himalayan no puede pasar a Chile debido a unos problemas con los documentos de mi residencia. Un disgusto momentáneo que solucionamos dejando la moto en una estancia cerca de la frontera.

 

Carretera Austral @Enduro Austral
Carretera Austral @Enduro Austral

El plan B

La gran alegría es la moto de repuesto que Charly de Enduro Austral lleva en la camioneta y me va a permitir continuar el viaje en moto. El plan B existe gracias a la buena organización y experiencia de esta empresa que organiza viajes en moto por los mejores paisajes de Sudamérica.

Carretera Austral @Enduro Austral

«Mil gracias a Hugo de la estancia La Andina en la ruta 45 por guardarme la moto en el galpón durante seis días. Un lugar magnifico frente al lago, con una explotación ganadera de ovinos.»

 

Poco después de pasar la frontera empieza a llover y conforme vamos subiendo la lluvia se convierte en nieve. Mi «suerte» ese día es que voy en la chata. Decido no bajar la moto hasta el día siguiente. Sufrí más que mis compañeros de viaje, viendo las condiciones climáticas para viajar en moto que se dieron. Mucho frió, bajo cero con la nieve, mojados. Usamos todos los guantes, les calentamos las manos entre las nuestras, hasta algunos síntomas de congelación en algún dedo. Me hicieron una gran demostración de con quién estaba haciéndo la Carretera Austral moto .

Día 2: Puerto Sánchez, el secreto de la Carretera Austral.

Al día siguiente en Puerto Sánchez por la mañana dimos un paseo por el lago visitando una isla con preciosas cuevas de mármol, sólo nosotros con el guía y el barquero. Por la tarde subimos una pista increíble, preciosa, hacia lo alto del valle. Todo tipo de superficies, hermosas vistas a las montañas nevadas y el lago. Llegamos hasta la pradera verde donde se terminada la huella y empezaron a caer copos de nieve. ¿Qué más quieres? Más momentos mágicos ☺ en la Carretera Austral en moto.

Más moto!!

Bajamos a la orilla del lago, con la baba al vuelo del color azul de lago. Llegamos y atravesamos un sendero de cabras con arbustos de dos metros, para alcanzar un mirador. Luego rodamos por el pedregal bordeando el lago hasta la desembocadura en un rió. No pudimos pasar, bajaba mucha agua. La subida fue otro derrame motero off road. Con miedo solo a alguna cabra o vaca. Que manera de gozar y respirar ese aire puro de la zona Austral. Terminamos la tarde en la orilla de nuevo, de tertulia, birras y repaso de las maniobras del día.

Día 3: Puerto Sánchez – Cochrane

Desde Puerto Sanchez bajamos de nuevo a la Carretera Austral para seguir hacia el sur, nuestro destino era Cochrane. Pasamos de nuevo por la nieve y disfrutamos de las excelentes vistas del lago con el delta al fondo del río Murta.

Teníamos que repostar en Puerto Río Tranquilo y cuando llegamos estaban cambiando los surtidores por unos más modernos. Terminaban a las 3 de la tarde y eran las 9 de la mañana. Seguimos y nos quedamos sin nafta para pasar la tarde con vistas únicas al río. Un bocata y una siesta hasta que Charlie volvió con la chata de cargar caldo en el pueblo que estaba solo a 28 km. La KTM 500 de Juan chupaba mucho. Si viene otra Beta 200, llegamos.

Día 4: Cochrane – O’higgins:
(Fin de la Carretera Austral)

Fiordo Micthell

A la siguiente mañana ciento y pico kilómetros para llegar a embarcar a las 3 de la tarde en el ferry de Puerto Yungay. Un transbordador de vehículos que cruza el fiordo Micthell. Es un servicio público, no se paga por su uso, formando parte de la Carretera Austral. En el fiordo se mezclan las aguas de los ríos que bajan de la cordillera. Más sitios mágicos. 

Quedaban después del barco 88 km de orgasmo motero hasta O’higgins. Repito todos mis adjetivos in crescendo.

Y aquí termina la Ruta CH-7 o Carretera Austral. Seguimos celebrando nuestra suerte del día soleado, uno entre cien en estas latitudes australes expuestas al Océano Pacífico. Muy afortunados.

Día 5: El gran RETO Carretera Austral 2018: O’Higgins – Paso Mayer – Ruta 40

Algo se estuvo cociendo desde el día anterior. Charly quería cruzar el paso del Río Mayer, frontera entre Chile y Argentina. Estuvo preguntando a sus amigos del pueblo. El plan A era volver por dónde habíamos venido, bordeando el lago Gral Carreras, por su parte la occidental, precioso por dos el viaje. Pero se había planteado un gran reto conseguido por muy pocos. La condición climática era la mejor y nuestra motivación la mayor.

Llegamos al puesto de los carabineros de Chile y nos dijeron que siguiéramos la huella de un tractor que había pasado hasta el puesto de los gendarmes en Argentina la semana anterior.

Paso río Mayer

Cálculo que estuvimos tres horas minutos vadeando las venas del delta y buscando la huella sobre el pedregal. Esta confluencia es de los ríos Baker y Chico, bajando el agua de los lagos a más altura y el deshielo. Nueve kilómetros entre los dos puestos fronterizos en línea recta.

Es el tipo de aventuras sin saber dónde está el final y por donde vas a pasar, son cojonudas porque estas celebrando continuamente que lo peor ha pasado. No es así y se repite todo el rato.

Salimos del delta tras varias tentativas muy discutidas buscando el camino. Subimos a un bosque encantado, como ese que en tantas películas hemos visto. Seguimos celebrando. Salimos de esta peli para meternos en otra. Una pradera del lejano oeste y al fondo unos caballos. Vamos vaqueros! Las motos espantan a la manada, sin ser nuestra intención hacerlo.

Por fin llegamos al puesto de los gendarmes. Una vez hechos los tramites tomamos una camino hacia la Ruta 40. Una gran suerte ver el atardecer navegando hacia el este por los parajes de la Patagonia. Pasar entre los picos nevados, hacia la estepa, con los colores, el aire puro, la vida, un parque nacional salvaje. Una gran maravilla de la naturaleza.

Muy felices y satisfechos llegamos a las Horquetas para seguir celebrando la vida.

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