[Himalaya en moto con MrHicks46] Viajes en moto de aventura

[Himalaya en moto con MrHicks46] Viajes en moto de aventura

MrHicks46 el tour leader

Teo Romera aka MrHicks46 es un guía de viajes moto experimentado con cientos de miles de kilómetros llenos de anécdotas a sus espaldas. En 2010 recorrió La Patagonia y en 2012 Islandia. Seguidamente viajó en moto durante dos años por Asia Central, Rusia, Mongolia, Japón y América. En 2017 recorrió el Himalaya en moto con el proyecto Motoverlander, junto a Alicia Sornosa y Polo Arnaiz

El viaje en moto

Hacemos un ruta casi circular por el estado indio de Himachal Pradesh. Parte de la ruta era del Reino de Tíbet en la antigüedad, uno de los más remotos lugares del planeta todavía en la actualidad.

Valle de Kinnaur y Tukpa

Salimos en moto desde Kalka y empezamos a subir las primeras colinas de la cordillera de los Himalayas hacia el noreste. Por una carretera sinuosa y rodeados de picos de más de seis mil metros llegamos al valle de Kinnaur. Conforme avanzamos las gargantas se van haciendo más estrechas con la carretera convertida en un túnel al borde del profundo valle del río Sutlej. Salimos de la ruta principal hacia el valle de Tukpa. Llegamos al último pueblo de India, Chitkul, sólo a 10 kilómetros de la frontera con China. Un lugar increíble con un paisaje alpino que no se olvida nunca.

Valle de Spiti

El periplo en moto sigue subiendo hacia los cielos del antiguo Reino de Tíbet, donde el tiempo está detenido. Cruzamos un puente entre paredes de rocas amenazantes abandonado el valle del río Sutlej. Girando hacia el norte entramos en valle del río Spiti. Entramos en un desfiladero árido y rocoso por el que no entiendes como se ha podido hacer la carretera. Estamos a más de 3.500 msnm y seguimos subiendo.

Llegamos a Nako a 4.000 msnm, un pueblo tibetano medieval. Seguimos subiendo y bajando al borde del valle para llegar a Kaza, el centro del Valle de Spiti. Allí nos esperan dos magníficas excursiones en moto hacia los cielos del Himalaya. Cruzamos el paso Kunzum de a 4.590 msnm y damos una vuelta en el sentido de las agujas del reloj con las motos a su estupa, un momento único y emocionante.

Valle de Lahaul

Pasamos la noche en un campamento en el punto más septentrional del viaje, el lago de la Luna, Chandratal. Al día siguiente rozamos el glaciar más grande del Himalaya indio mientras navegamos por las pistas pedregosas del valle de Lahaul. Los torrentes caen de la montaña y hacen que entremos en contacto a menudo con el agua. Después subimos el mítico Rothang Pass de casi 4.000 msnm para luego descender por una preciosa ruta en la que nos volvemos a encontrar con el verde. Con lagrimas en los ojos llegamos al final de la ruta en moto, Manali.


El tour en moto cruza la cordillera del Himalaya dos veces y recorremos 1.300 km por alta montaña. 50% Off Road.

La inmersión cultural

El objetivo del viaje no es solo montar en moto. También lo esconectar con la gente, la cultura, la gastronomía, la historia y la riqueza natural de una de las regiones más remotas del mundo.

El tour recorre dos culturas ancestrales y todavía desconocidas para la mayoría de los occidentales. El hinduismo y el budismo. Visitamos increíbles templos, estupas y monasterios. En los templos observaremos las pujas (ofrendas) de los peregrinos hindúes. Aprenderemos sobre sus dioses y leyendas mitológicas. En los monasterios milenarios conoceremos monjes budistas que conservan intacta una forma de vida muy diferente a la nuestra.

Mi experiencia

Un viaje como este no tiene precio a pesar de ser un viaje en grupo, organizado, controlado hasta cierto punto. Pero si no eres de los que puede coger la moto y largarse, esta es la mejor opción de poder vivir una gran aventura en moto. No lo olvidarás nunca y probablemente verás las cosas diferentes después de hacerlo.

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[Córdoba y La Rioja con Perla Negra] Viajes en moto de aventura

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Prólogo

Al llegar a Argentina hace 19 meses la comparaba con India. Allí disfruté mucho, me sentía muy bien. Ahora en Argentina estoy igual o mejor. No tiene nada que ver con los Andes o el Himalaya. Hace tiempo que aprendí lo mejor de viajar, las personas que encuentras en el camino. Si estas viviendo lejos de casa, es lo mismo. Y los argentinos son cojonudos. No paro de viajar y hacer nuevos amigos. Me siento muy afortunado.

Muy feliz de hacerlo en moto de campo ligera, la mejor forma de disfrutar a tope, sin miedo a caer y romper la moto. De recorrer caminos andinos y ver la magnitud de la cordillera. De reconocer montañas, sus valles, collados, altiplanos, lagos, desiertos. De sentir el sol, el viento, el frió y el calor. De oler el campo sintiendo que todavía hay vida y esperanza. De bajar de la cordillera de Córdoba hacia el oeste por sus valles quebrados hacia la planicie seca y arenosa pre andina. De llegar a pueblos donde la gente es más humana que en la ciudad. De comer asado y cabrito. De beber fernet y buenas birras. De compartir la pasión y la emoción de vivir. De apreciar la libertad, la amistad, la sinceridad, el cariño, la curiosidad, el encanto, la magia, la humanidad. De sentir que todos somos iguales encima de la moto, uno para todos y todos para uno.

La Perla Negra

Y esta vez no ha sido con Los Tres Mosqueteros 🙂 y sus amigos. Ha sido en La Perla Negra, el navío más veloz de todos los mares símbolo de libertad, con toda su tripulación a bordo y su capitán, mi héroe, Jack Spablo 🙂

El Perla Negra, como se llama acá, es un espectacular motor home con mucha capacidad. En él viaja un fantástico grupo de amigos desde Buenos Aires hacia la mejores rutas off road de Argentina. En su interior llevan ocho motos y en el remolque que arrastra entre nueve y diez. Una camioneta va detrás con remolque cargando más motos. Luego acompaña al grupo de motos por la ruta como vehículo de apoyo.

El Perla Negra es realmente un barco por dentro. Tiene camarotes con camas, cocina, salón y dos neveras llenas de birra hasta los topes. Se juega al truco, se come, se bebe, se charla, se ríe, se comparte todo. Se disfruta de cada uno de los chicos de la tripulación. Los kilómetros pasan navegando con viento el popa a toda vela.

La tripulación

Pablo, Nico, Gallo, Julio, Lucas, Patricio, Garcy, Abuelin, Martín, Carlisi, otro Pablo, Dani, Marce, Edgar, Meterete, Mauro, Adolfo, Natalio, Nati, Brian, Christian, Gonza, Roca, Felipe, Rambo, mis nuevas Perlas 🙂