Estoy enamorado musicalmente!

De esta banda de Bombay, Shaa’ir + Func, que he visto en directo por cuarta vez en New Delhi. Me encanta Monica Sharma, aka Shaa’ir. Su voz versátil, su puesta en escena y su energía en el escenario. La banda está a su altura y juntos son un huracán de sonido contundente, fresco, eléctrico y ecléctico.

Pasando de etiquetar, como siempre hago para llevar la contraría a los que más saben, la música de Shaa’ir + Func tiene muchas influencias de la música pop/rock occidental del siglo pasado, pero no pierde un ápice de sus raices indias y esto siempre se refleja tarde o temprano en todas sus temas. Ayer me volvieron a sorprender con un cover del «Got my mind set on you» del maestro guru amante de India, George Harrison, electrónico y con pegada, emocionante.

No tengo duda de que causarían conmoción y serían un toque exótico y aire muy fresco en cualquiera de los grandes festivales que se celebran en España este verano…

Gran despedida para un grande solidario

El sábado estuve pinchando en una fiesta de despedida de uno de los grandes de indianapolis. Un español que ha sido capaz de aguantar aquí currando la friolera de cinco años. Cuando me preguntó por mis honorarios por pinchar, le dije que le haría un 50% de descuento por ser amigo y no entidad o empresa. Me dijo que me lo pagaba todo y que la mitad lo pusiese en Bolis y Balones. Estos gestos altruistas llenan corazones y generan esperanza.

La noche fue larga y movida de verdad. La fiesta fue en un gran salón de un hotel del sur de Delhi y allí estaba gran parte de la colonia española, la que todavía está para bailes y copas. También estaban los nativos, el llamado «staff»… Pues bien, los conocí a todos, además de los chavales de la foto, disc jokey y light jokey, conocí al dueño del hotel y a toda su familia cercana, hermanos, cuñados, primos, sólo hombres por supuesto. Todos se colaban en la cabina, de repente sin pedir permiso, cuando me despistaba… Era increíble, me giraba para buscar un tema en el ordenata y cuando volvía la cabeza tenía un primo y un cuñado al lado mio con cara de pez.

La cabina siempre ha sido carne de cañón sin una buena puerta. Recuerdo noches en Bugatti en las que eramos más dentro de ella que en la sala, todo normal hasta ahora. El «problema» fue otro. Por hacer una gracia a los nativos, que algunos también estaban entre los invitados, decidí poner un par de temas indianos. Precisando un poco, un par de canciones de bollywood muy conocidas y un temita punjabi.

El Punjab es un estado del noreste de India con una larga historia, por esta área entraron en india los griegos, los persas y otras comunidades de Asia central. Aquí tienen sus raíces los Sikhs. El sijismo es una religión india fundada por Gurú Nanak (1469-1539), que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islamismo durante los siglos XVI y XVII. Por todo esto y alguna razón más, el Punjab tiene su propia idiosincrasia y parte de ella son las canciones punjabi, una especie de mezcla de hip-hop con bollywood y muchos gritos.

En fin que abrí la caja de pandora, pero no lo vuelvo hacer en la mismas circunstancias, seguro. Desde aquel momento fui literalmente abrumado por las peticiones insistentes de los familiares del dueño del hotel. Punjabi song Sir!… Así transcurrió la noche, plagada de interrupciones, que al principio intenté domar con la famosa paciencia que hay que tener en este país para todo, pero que conforme se iba acabando el alcohol, eran más agresivas y exigentes…Ya entradita la madrugada, empezó a venir a la cabina el séptimo de caballería, uno por uno, baja el volumen o quita la música, todos distintos, para desgastar más.

Menos mal que los amigos estaban cerca para echar balones fuera de vez en cuando y evitar un conflicto internacional hispano-punjabi 🙂