Y me acabo de dar cuenta de ello y miro hacia adelante y veo la noche estrellada, a pesar de la luna casi llena, por encima de las montañas más altas del mundo, que no las veo, pero me las imagino y con un poco de suerte, sé que las veré mañana al madrugar.
Cuando miro hacia atrás veo pasar el tiempo muy rápido, algunas veces va mucho más despacio, pero luego vuelve a coger carrerilla. También veo muy buenos momentos que son de los que quiero que haya más, porque también los hay no tan buenos, algunos duros, pero aquí estamos contentos, a pesar de ellos.
Pienso en India como el reto más importante que he tenido en mi vida. Pienso en como poder mejorar como persona y en la oportunidad que me está dando esta gran experiencia en tan remoto y distinto lugar, al que perteneces y donde has creído y crecido.
Sigo mirando hacia adelante y veo claramente que la tierra sigue girando. Aquí, al borde del Himalaya se ve tan bien como en otros grandiosos paisajes que hemos disfrutado. Las estrellas van pasando relajadas por el cielo como si nada o nadie lo pudiese evitar.
Me voy a dormir que hace frio, además mañana madrugo para contemplar uno de los amaneceres más enormes que uno puede ver, frente a las montañas más grandes de la bolita en la que vivimos, que a pesar de todo, sigue y sigue girando. Buenas noches 🙂
O tocando, como dicen hoy los grandes DJs. Hoy toco aquí y mañana allí. Yo sigo pinchando discos y tocando los huevos… ha ha ha. Y ayer lo hice en la embajada española en indianapolis, en una fiesta de alto rango, rodeado de embajadores, diplomáticos, militares y personajes de una diversidad asombrosa.
También estuvieron casi todos los amigos españoles que tenemos aquí, sin los cuales esto sería insoportable. Ellos se lo pasaron en grande, junto al resto de españoles residentes en Delhi. También se acercó a saludar y mostrar su agrado por la sesión musical un montón de gente, muy amable y sonriente. Conocí a un embajador que me preguntó de quién era lo que estaba sonando, que le encantaba, era Kiko Veneno, Lobo Lopez y el Sr. Genaro!
Al terminar la fiesta nuestro embajador me saludó muy amable y cariñoso. Me dijo que le había encantado la sesión de música española, latina y el par de temazos rollo bollywood correspondientes, para el agrado de los invitados indios.
Y los indios, los chicos del sonido, que pesados, que pesados. Si no lo cuento para que coño escribo. Estoy quemado porque cuando el trato con esta buena gente de indianapolis, se convierte en una relación profesional, en la que se responde sobre un servicio al cliente, no dan ni una. Y si algo esta mal y les dices que lo arreglen, corres el peligro de que sea peor, el remedio que la enfermedad. No hacen nada de lo que les sugieres, les entra por una oreja y les sale por otra. Para poner dos putos enchufes vienen veinte, después de avisar en la prueba de por la mañana… Necesito unas vacaciones y un buen psicólogo!
