Rishikesh, la puerta del Himalaya y el Ganges


A pesar de llevar ocho meses en India los viajes siguen siendo muy intensos y gracias a ellos estoy conociendo realmente el país. India puede dar mucho miedo dependiendo de los ojos con que los que la mires. Admiro y venero a sus dioses, pero si estos fuesen reales no permitirían tanta pobreza y misera. Lo que he visto en este viaje, en los andenes de las estaciones y en los suburbios de algunas ciudades, es muy poco divino. Las expresiones de los rostros de algunas de las personas con las que he cruzado una mirada, me dejan muy pocas dudas, hay sufrimiento.

La mayoría cerramos los ojos y no miramos, y al poco tiempo se nos ha olvidado todo. Espero que no les pase esto a los propios Indios. Tienen un país en que la natalidad no puede seguir creciendo al ritmo que lo hace, en el que la gestión de los millones de toneladas de basura es mala y contaminante, y que además, se encuentra engullido en el epicentro de un huracán de categoría 5 llamado sistema capitalista.

Los Sadhus, son los que más claro lo tienen. Los vamos a conocer en este post. Las fotos que hago en los viajes, intento que sean siempre bonitas y agradables. Cuando el objetivo de la cámara apunta hacia personas o lugares, que describen gráficamente mis palabras del segundo párrafo, suelo renunciar y no disparo, retirando la cámara. Hay que ser muy fuerte o un profesional para hacerlo.

Rishiskesh es una de las ciudades sagradas del hinduismo. Se encuentra a unos doscientos kilómetros al norte de Nueva Delhi y sólo a decenas de kilómetros de las primeras nieves del Himalaya. Está en el estado de Uttarakhand y es muy famosa en el el mundo occidental, por la visita de los Beatles al principio de 1968, donde compusieron su White Album.

El río sagrado Ganga parte en dos la población. Es aquí donde el río sale de las montañas del Himalaya y desemboca en las llanuras del norte de India. Los Templos hindúes y los Ashrams, se encuentran repartidos entre las orillas del rio, sujetado de su caída desde los cielos, según los hindúes, por la melena de Shiva.

Peregrinos de toda India llegan a Rishikesh a bañar sus cuerpos con las aguas del rio sagrado. La corriente del rio es fuerte y usan cadenas para agarrarse y no ser arrastrados. Los más jóvenes aprovechan esto para practicar raffting a través del ancho cauce del Ganges.

Aquí me he encontrado con casi todas las vacas de la India. Más guapas que las de Delhi, con su «tranquila» vida campestre. Los monos también forman parte de la fauna cosmopolita y en los puentes colgantes, tienen su escenario perfecto para hacer sus monerías y conseguir un bocado fácil y sabroso.




Los sadhus forman parte del paisaje de Rishikesh y se encuentran a por todos los lados. Algunos con aspecto espiritual, otros más hippies con sus rastas y también muchos de ellos ancianos huesudos y mutilados.




Los baños de repiten a lo largo de la orilla. Es curioso ver a la gente mojarse vestida, pocos son los previsores que llevan bañador. Lo más común entre los hombres es el calzoncillo negro de media pierna, aunque algunos no renuncian al modelo bultaco marca pelotas. El ambiente es festivo y las familias enteras siguen el ritual con ofrendas al rio sagrado.





La leyenda cuenta que Hánuman es increpado por algunos compañeros por su devoto amor a Rama y a Shita, después de ser premiado en una ceremonia, por sus servicios al recién coronado Rama. Hánuman, para no dejar duda de ello, se abre el pecho y muestra a todos los demás que dentro están Rama y Shita.




Lord Shiva sobre el cauce del Ganges.


El sábado la cabra tiró hacia el monte y subimos un precioso valle con cascadas, pequeños estanques y arrozales en lo más alto de la montaña.


Tuvimos suerte y justo cuando llegamos a los arrozales, un grupo de lugareños hacia una pausa para el almuerzo. Cuando pasamos por delante, la señora más longeva del grupo nos hizo un gesto para que nos acercásemos. Lo hicimos y nos ofrecieron su comida. La aceptamos y comimos junto a ellos pan de chapati y un estofado de verduras y patatas, picante 😉


¿La Mercedes Milá de la India? 😛




Desde lo alto vimos como el Ganges gana la llanura India después de pasar por el embudo de Rishikesh.




Como de costumbre, para los que habéis llegado hasta el final, el premio 😉

Día E en el Instituto Cervantes

 

 

El sábado por la tarde el dios Hánuman nos tuvo en consideración, y nos libró del que dábamos más que seguro chaparrón, nada más de terminar de montar el equipo el la azotea del Instituto Cervantes. Este se encuentra muy cerca de la zona céntrica de Nueva Delhi, Connaught Place.

Muy cerca del instituto, justo detrás de encuentra el Templo de Hánuman. El templo está habitado por monos que merodean todo el día por los alrededores, buscando comida y distrayendo a los turistas. Estoy seguro que anoche alguno de ellos mirarían, con sorpresa y curiosidad hacia la cercana azotea del Instituto Cervantes, llena de ruido y luces de colores.

La fiesta de anoche fue un éxito y todos lo pasamos en grande, se quedó corta. La mayoría del público eran jóvenes indios estudiantes del instituto y amigos. Españoles eramos muy pocos, sólo un par de grupos. Nada más empezar la música, empezó a subir gente con muchas ganas de pasarlo bien. Y eso fue lo que me salvó, la entrega y la predisposición de los nativos. A pesar de no conocer la gran mayoría de la música que escucharon, bailaron e hicieron trenecitos, durante toda la tarde. Muchas gracias a mis fans en especial, por no faltarme cervecita fresquita durante el evento, la próxima orinal. 😉

Jim Morrison y Miguel de Cervantes

Dos poetas y un eclipse lunar forman parte de la historia de esta abrupta y larga semana que finaliza. Tampoco puedo olvidar la monumental tormenta que cayó el lunes sobre Delhi, jamás en mi vida había visto algo así.


La otra noche, en el Morrison, fue difícil pinchar tranquilo. Es un bar rockero, de los clasicos con una Harley en la puerta, y el público está acostumbrado a oír la misma música de siempre, que no es nada malo. Mi idea era hacer una sesión más alternativa y moderna, que no creo que tampoco sea mala. El público es lo importante, que sepan lo que se van a encontrar. Y allí, ni siquiera el DJ residente sabía de mi llegada…

Y empecé con más o menos lo que quería pinchar. Pero pronto tuve que poner el Riders in the storm y otros clásicos, los cuales ya me harté de pinchar hace muchos años. Luego intente pegar un bandazo de nuevo hacia mi idea inicial y cuando estaba encontrando la armonía, le dejé los mandos al DJ residente, porque unos clientes insistieron en escuchar Rage Against the Machine y no los llevo en la maleta, al igual que Prodigy.

Muchas a gracias a la panda que estuvo por allí aponyando en todo momento!!

Pero lo bueno es que mientras seguimos buscando el bolo perfecto, el sábado fiesta española en el Instituto Cervantes de New Delhi. Mañana todos los centros del Instituto Cervantes en el mundo abrirán sus puertas en una jornada especial llamada el día E. Se celebra, desde 2009, el sábado más cercano al solsticio de verano. A lo largo de estos dos años, todos los centros del Instituto Cervantes en los cinco continentes –desde Sídney hasta Brasilia– festejaron este día, celebrando así la grandeza de nuestra lengua y nuestras culturas. Durante toda la jornada se llevan acabo cursos y talleres culturales, y para rematar el día, en la azotea del edificio de Instituto Cervantes, tenemos un fiesta con lo mejor de la música pop cantada en Castellano. Seguro que va a ser una noche especial.

Qué bien que me he acordado!! Eusebi, un fuerte abrazo, me encanta tu correo. 🙂

Amritsar y templo de Oro en Punjab


A una hora y pico de vuelo desde Delhi, en el noroeste, en el estado de Punjab a sólo 30 kilómetros de la frontera y 50 km de Lahore, la segunda ciudad más importante de Pakistán, se encuentran Amritsar y templo de Oro, en el centro de  la ciudad sagrada del Sijismo.




El Templo Dorado es una gurdwara (Templo) Sikh en la ciudad de Amritsar, construido en el siglo XVII y famoso por el asalto de la tropas de Indira Gandhi en 1984, cuando los Sikhs intentaron conseguir su independencia.



En lugares como este, te das cuenta de que son 1.200 millones de almas, los habitantes de este país. Hay mucha gente en todas partes. Los peregrinos llegan al Templo desde todos los confines de India, para cumplir con la tradición. Durante el día la temperatura rondaba los 40 grados y es impresionare ver como hacen la cola de espera, apretados como las sardinas en una lata, para entrar en el templo y cumplir con la tradición.



Acuden vestidos con su mejores galas y pasan el día en el gran reciento que rodea el Templo Dorado, comiendo gratis Dal; (Lentejas, arroz y chapati), bebiendo mucha agua y después, sobre los relucientes y refinados suelos de mármol, durmiendo una buena siesta a pierna suelta. El ambiente es acogedor y se respira paz y sosiego a pesar de la muchedumbre.






Los peregrinos se bañan en las aguas sagradas repletas de enormes truchas. Usan las cadenas para agarrarse porque no saben nadar. Todo transcurre balo la atenta mirada de los guerreros Sikhs, que portan un traje azulón, y cinturones amarillos. Son como los stewards del partido de fútbol, vigilan que todo esté en su sitio,





A unos 30 kilómetros de Amritsar está la frontera con Pakistán. Todas las tardes, al ponerse el sol, se hace una ceremonia que consiste en el cambio de guardia de soldados que cuidan del puesto fronterizo. A un lado y al otro acuden, indios y pakistaníes, a ver el teatrillo y a ver quien grita más fuerte. No vuelvo seguro.





El ritmo de la ciudad alrededor del recinto del templo es frenético a cualquier hora. Los comercios de souvenirs y baratijas abundan a ambos lados de la calle principal que llega al templo. Los destartalados carros de los vendedores de bebidas, helados y frutas invaden la calzada y el transito es un autentico pollo controlado por el sentido común.






Al día siguiente, mas descansados y relajados, decidimos entrar en en Templo. Hicimos media cola gracias a mis contactos entre la jet set sikh, y después de varios apretones muy humanos… es algo difícil de explicar, conseguimos el objetivo.



Esta foto es de mi vecino Gill que estuvo unos días antes que nosotros y él si que es un pedazo de fotógrafo. Gracias pendejo!!! 😉

Las cinco fotos del día

Mientras intento buscar la inspiración divina necesaria para hacer un dos en uno en un 24 horas, estudio de mercado y plan de markenting, mis grandes amigos, los poperos no paran de poner temazos y no puedo concentrarme… Para mi compañero popero Francisco, desde el oeste de indianapolis… Las cinco fotos del día. 😉