Welcome to Nehru Place!

Este post lo quiero dedicar a Little Fish y a Jonathan, los compañeros de trabajo con los que he compartido los buenos y los malos momentos de estos últimos años en CitriQ.

Nehru Place es una barrio de Delhi donde se concentra todo el negocio de la informática. Es un sitio alucinante, si sobre todo eres un friky de la informática. Si además te gusta regatear puedes hacerlo hasta quedar extasiado… lo digo por experiencia.




Aquí se encuentran los únicos edificios altos, 18 pisos, del sur de Delhi. Son colmenas llenas de negocios relacionados con la informática. Toda la zona es peatonal y está petado siempre de gente. Hay un mercadillo paralelo en la calle en el que se puede comprar, ropa, zapatos, y todo tipo de pequeños accesorios para la informática y la electrónica.






La suciedad que se acumula es difícil de describir, menos mal que una imagen vale más que mil palabras!



Me estoy viendo en el PC Box de Benalua hace un montón de años… igualito!!



Algunas tiendas rebosan clientes… los indios no entienden de colas o turnos. Es muy curioso… sobre todo porque no acaban a tortas, como pasaría en cualquier tienda occidental si no se respetase la cola.


Como veis queridos compañeros estoy bien, que más se puede desear además de una coca-cola de las de antes y un cigarrito para hacer una buena pausa… Os echo de menos y añoro los buenos momentos que he pasado con vuestra grata compañía durante esos largos días de curro, primero en Benalua y después en la Albufereta. Muchos besos y abrazos desde indianapolis!

Impossible Is Nothing

Me encanta esta frase. Esta mañana he salido a la calle decidido a encontrar a un conductor de rickshaw al que el otro día le tiré una foto en uno de mis viajes. El motivo que me ha llevado a hacerlo ha sido darle una copia impresa de la foto en un A4, después de retocar con el potochop y darle una aire Ferrari a su rickshaw.

Sabía que iba a ser complicado, pero recordaba perfectamente el lugar y he pensado que era cuestión de preguntar por la zona. Para esto he necesitado un auto rickshaw. El primer problema ha sido explicarle al conductor, que quería encontrar al tipo que sale en la foto para darle un copia. Los conductores de rickshaw la gran mayoría no saben ni papa de inglés. En estos casos se suele parar a un estudiante o alguien con pinta de hombre de negocios para que haga de traductor de inglés a hindi. Primero hemos probado con un cartero sin éxito. Luego un hombre de negocios se ha prestado amablemente a traducir mi petición al conductor del auto rickshaw. Cuando le he terminado de contar en inglés, antes de traducir a hindi, me ha dicho que era imposible, que son muchos los conductores de rick y que se mueven por diversas zonas. Tenía razón.

Después de una media hora preguntando a varios conductores en la zona, con una par de interpretes espontáneos, y una vuelta en auto rickshaw que me ha costado 100 rupias, le he encontrado. Si se ha armado revuelo cuando he comenzado la búsqueda con sus compañeros conductores, cuando le he encontrado cerca de la parada, el lío ha sido tremendo, de esos que ralentizan el tráfico de la gran Delhi.

Todo el mundo quería ver la foto y sin bajarme del autorick se ha montado un buen pollo a mi alrededor. Shivamandal, es el nombre del protagonista y se ha emocionado cuando se ha visto en la foto. Todos sus compañeros le hacían muecas y gestos de felicitación.

Desde hace tiempo planea por mi cabeza una idea que relaciona el gran premio de formula 1, que se celebrará en Delhi a finales de octubre, con las carreras de rickshaws en las calles de la ciudad… nada es imposible.

Backwaters en Houseboat y Fort Kochi en Kerala.



Empezamos el finde en Fort Kochi, un puerto al que llegaron los portugueses en 1.500 d.c. y en el que está la iglesia cristiana más antigua de la India. La basílica de Santa Cruz. También vacas aparcadas en el sur por todas partes, y algunas cabras muy perrunas!.



Los pescadores chinos manejan los contra pesos de sus artilugios para sacar las redes del agua a lo largo de la bahía y el paseo marítimo. Allí se compra pescado y marisco bueno y barato. En seguida, un amable joven te lleva a su restaurante para cocinar y servir el pescado fresco.



Todos los colegios que vemos son de monjas y curas, y me recuerdan mis años con los salesianos. Los niños y niñas van perfectamente uniformados y nos los encontramos continuamente durante todo el paseo, por la calle, como si fuesen un parte más del parque de atracciones. El momento más intenso, la salida de clase, con los autobuses en hilera esperando en una estrecha calle. Un revuelo de niños sonrientes y alegres de volver a casa.


Los anónimos aparecen de vez en cuando deambulando por la calle y son la otra cara de la moneda. Todos tienen las piernas extremadamente delgadas y tostadas del sol.



El día siguiente subimos en el autobús rumbo a Allepey. Un población rodeado de canales de agua, la Amsterdam de mar Arábigo.


Después de algunos contratiempos con las reservas debido a la poca antelación me hago con un volante y libertad de movimientos. Y con los ojos cerrados!!





En una de las paradas encontramos una iglesia cristiana celebrando el aniversario de su santo. La sonora megafonía en la palmeras nos acompaña el camino de unos cientos de metros hasta el lugar, rodeados de frondosos campos de arroz y palmerales exuberantes . Allí encontramos un gran escenario, junto a la iglesia, con altar y santo incluido. Estos jóvenes músicos que terminaban su bolo pastoril posaron amablemente para la posteridad.


La vida se desarrolla entorno al agua de los canales. Alli empieza y acaba todo. Cada casa tiene su piscina en frente para uso familiar.


La lengua en Kerala es le malabar, lo hablan unos 35 millones de personas y los primeros escritos son de cientos de años antes de cristo. Un kerales nos cuenta sobre su lengua que es mal sonante y con dificultad lingüística, por ser el alfabeto más extenso que nuestro. Nos dice que nosotros sonamos mejor, con más armonía.



El momento del remojo llega al atardecer y se agradece para terminar el día fresquito.



El sol se pone por el oeste por encima de un arrozal inmenso. A dormir.


Horas más tarde amanece por el este, iluminando el río y transmitiendo la energía necesaria para que siga la vida.



El que sujeta el cabo es Reijmon, nuestro patrón. Los que están a su alrededor su familia, hijos, señora, y su padre. Cenamos en su casa un curry y pescado seco muy espaciado con pimentón dulce y otro marinado con limón y jengibre.


El pajarraco es un Kingfisher, rey pescador. Su nombre lo lleva la conocida marca de cerveza india. Es la señal.


La forma de conducir aquí es la barra libre. El conductor del autobus debe cumplir unos horarios y los cumple. Lo mejor que se me ocurre es hacer un juego para la play, de como sobervivir en estas carreteras… es difícil de explicar.

Después de la tormenta viene la calma… y la sonrisa de la Luna ;)


La fiesta del sábado estuvo muy bien aunque no fue tan especular como el estreno de hace un par de semanas. Normal, como la vida misma, una de cal y otra de arena. Lo importante es que la gente que me está consiguiendo los bolos confía en mi y estoy seguro que iremos a mucho más pronto.


La competencia se hace notar. Me ha contado un amigo que la movida nocturna en Delhi es algo relativamente nuevo, desde hace solo un par de años. La ciudad ha sido tradicionalmente muy conservadora con la night-life, por la extrema pobreza de muchos de sus habitantes y por ser la sede del gobierno y otros organismos diplomáticos importantes. Ahora son los extranjeros, los nuevos habitantes de Delhi, los que demandan vida nocturna y eso hace que haya mucha oferta de ocio nocturno todos los fines de semana, conciertos en directo, fiestas temáticas, un montón de bares con Happy Hours, y algunos como este fin de semana, hasta con las copas gratis… si llegas a tiempo y te apuntas en la lista de invitados.


Ayer después de ponerse el sol una gran tormenta paso por encima de la ciudad. Un gran vendaval removió las toneladas de basura que se acumulan en las calles. La fuerte lluvia racheada duro poco tiempo, pero basto para refrescar el ambiente y eliminar la gran nube de polvo y polución que cubre la ciudad habitualmente.


Este fue el resultado. Una noche espectacular en la cual la luna parecía sonreír a la gran mole y a sus habitantes. Inolvidables momentos que quedarán para siempre en mi memoria, como muchas de las cosas que estoy viendo en la Gran Delhi. 🙂


Danindie DJ strikes again!

Mañana segundo bolo en Delhi!!! Y en el mismo fantástico sitio. No puedo esperar que llegue el momento de soltar el primer temarraco, como suena, que graves Rosa!. He estado en unos cuantos bares aquí, y sólo en uno de ellos, la potencia y la calidad del sonido es parecida a la del A.I. I get the power!! La fiesta se llama Glow Party y consiste en crear una ambiente electro rave?? a base de luz negra y rayo laser. La entrada cuesta unos 16 € y el importe total lo puedes canjear por copas en el interior. Me conformo con que salga como la primera y espero sonreír un poco más, mi amiga Pilar. 😉


La paella del otro día fue mi clásica, de pollo y magro de cerdo, con la esencia divina de la ñora tostadita, triturada con una cantidad generosa de dientes de ajo. Se me acusa de no salar demasiado mis paellas, siempre la familia claro, que tiene la confianza para hacerlo. Pero es que con la pócima es suficiente. Toñete, te espero para la Olleta.


Si sale buena da para diez comensales como mucho… y eramos algunos más. Durante el ritual de cocción, estuve a punto de convertir a un vegetariano en carnívoro. A la hora de repartir tuve que poner poca cantidad para que todos nuestros amigos la pudiesen catar. Creo que me quedé corto sirviendo algunos platos. Espero poder compensar pronto a los que que se quedaron con ganas. La foto confirma el famoso dicho de «el que parte y reparte se lleva la mejor parte!» 😉


Delhi a pesar de ser una gran ciudad, esta petada de vegetación muy diversa, además de unas zonas verdes enormes y casi salvajes. El cielo está lleno durante el día de aves de todo tipo y es alucinante ver desde el balcón de casa esa diversidad tan opulenta. Este pajarraco negro, ojala algún erudito en la materia le pusiese nombre, estuvo atento durante toda la comida, seguro que no le toco ni un solo grano al pobre.


Los indios me siguen mirando con curiosidad, no creo que eso cambie nunca. Yo también a ellos, el paso del tiempo me va descubriendo como son. Y es que son muy muy diferentes a nosotros. Para bien o para mal me tengo que ir acostumbrando, pero pensado positivo puedo aprender, o recordar, algunas virtudes que quizá desde hace tiempo no recordaba o practicaba. Una de ellas es la autenticidad. Es algo que me gusta. Allí, en nuestro mundo occidental, el temor a no gustar o ser rechazado, creo que provoca que todo sea menos genuino, a pesar de ser una sociedad mucho más avanzada.



La terraza de nuestra casa me esta descubriendo de tarde en tarde la magía que acompaña una puesta de sol. A pesar de estar en una de las ciudades más contaminadas del mundo, el encanto y armonía de esos últimos minutos de crepúsculo, hacen de ellos un valioso ritual de paz y sosiego.



Y como ya es tradición ahora vienen la instantáneas bovinas. La primera en Main Market, el buey tirando de la carga, como en la edad media. La otra es desafiante, no olvidaré como giró la cabeza el animal cuando pasamos cerca de él con el coche.



P.D. Amigo weekenero Eusebi, muchas gracias por esos ánimos y esas palabras tan bonitas que conservo en mi memoria.